23 millones de personas trabajan en el sector público en Estados Unidos, lo que representa un 13,4% de la población activa. Esto se compara con los 3 millones de España, o el 12,4% de la población activa. Es decir, ambos países tienen niveles similares de empleo público, pero, para mi sorpresa, el cómputo global es algo más alto para los americanos. Hay que tener en cuenta que aquí se considera todo el empleo público, no solo los funcionarios administrativos. Es decir, se incluyen también profesores, fuerzas armadas, cuerpos de policía varios y el sector sanitario. Dicho esto, en España hay 700.000 personas trabajando en la salud pública, es decir, un 23% del empleo público; y, sin embargo, casi todo el sistema sanitario americano es privado, con lo que la diferencia es todavía más chocante. Los americanos no deberían reírse tan fácilmente de la insoportable burocracia europea. Aunque es cierto que las legislaciones en Europa son más restrictivas en muchos ámbitos, y es más difícil emprender y hacer negocios, en lo que se refiere a la estructura de empleo público las diferencias no son tan grandes. Sin embargo, una vez escarbas en los números veremos que en algunas funciones sí hay diferencias importantes.
El anterior gráfico muestra la evolución del sector público americano durante los últimos 10 años. De esta gráfica podemos destacar dos cosas. Primero, el tamaño del sector público americano ha ido aumentando, aunque muy ligeramente (de 21,8 millones en 2013 a 23,1 millones en 2023). Sin embargo, esto es verdad solo en términos absolutos. Si calculamos el ratio sobre la población activa tenemos una leve reducción (14,1% en 2013 a 13,4% en 2023). Estos datos se pueden comparar con la evolución en el mismo periodo en España. Los funcionarios pasaron de 2,58 millones en 2013 a 2,97 millones en 2023. En términos relativos se produjo un crecimiento en el caso español (11,4% en 2013 a 12,4% en 2023).
El otro hecho destacable que podemos observar es lo que sucedió a mediados del 2020. En pocos meses el sector público americano se redujo en casi millón y medio de personas, o un 6,5%. Había una crisis, y las administraciones reaccionaron de forma inmediata ajustándose el cinturón. En EE.UU. es posible despedir a casi todos los funcionarios públicos. Una excepción famosa es la de los catedráticos con “tenure”. Dicho esto, según el estatus legal, la mayoría de los trabajadores públicos no se pueden despedir “at will” si no que tiene que haber una causa. Pero esto no ha impedido realizar movimientos de reducción significativos, como ha sido el caso más reciente con los ajustes presentados por DOGE en la segunda administración de Trump, o como el mencionado de la pandemia. En España también se ha visto una reducción de funcionarios en la última década, pero de una naturaleza muy diferente. En 4 años (de 2012 a 2016) se redujeron unos 160.000 funcionarios, o un 6%. Era el peor momento de la llamada segunda recesión, tras la Gran Recesión de 2008, y los gobiernos españoles y autonómicos se veían obligados a tomar medidas nunca vistas para reducir el déficit, todo ello con una presión tremenda de Europa y, en especial, de nuestro mayor acreedor (Alemania). Pues a pesar de estas circunstancias, el ajuste fue un proceso largo, de años. Y se ejecutó esencialmente congelando las nuevas ofertas de empleo público. Como no se reponían muchos de los puestos de los funcionarios que se iban jubilando, el total se reducía, poco a poco.
Además del análisis macro que realizamos en este artículo, hemos añadido un apartado al final que proporciona algunos consejos a los expatriados que pudieran estar interesados en conseguir un empleo público en Estados Unidos.
Federal, State y Local
Al igual que en otros países, la estructura de empleo público se divide en tres categorías fundamentales, que se denominan según las administraciones a las que sirven: federal, estatal y local. Se podría hacer una comparativa con los funcionarios de España en los niveles nacional (también llamados funcionarios del Estado), autonómico y local. El gráfico a continuación, tomado de Wikipedia, da una idea de la evolución de cada categoría. Como se puede observar, los empleados federales llevan en un nivel de dos millones y pico desde 1950 y representan el 12% del total de funcionarios. Como la población aumentó de forma importante en esos tres cuartos de siglo, el peso del gobierno federal se ha ido reduciendo, que es lo mismo que decir que su eficiencia ha ido aumentando. Los empleados de los estados aumentaron de forma relativamente importante desde la década de los 50. Sin embargo, se han mantenido en un nivel bastante estable, de unos 5 millones o el 24% del total, durante los últimos 20 años. La eficiencia a nivel estatal también está aumentando. Por último, tenemos la categoría local, que ha experimentado el mayor crecimiento de todas y que representa a unos 15 millones o el 63% del total. Además, el rápido crecimiento ha continuado hasta tiempos recientes, aunque en la última década parece haberse estabilizado. Gráficos como este permiten entender por qué varios ayuntamientos han quebrado en los últimos años, el caso de Detroit es particularmente famoso, y por qué los bonos municipales es uno de los instrumentos de deuda que paga intereses más elevados (en la actualidad en torno a un 7%).
En el próximo gráfico, elaborado por la Reserva Federal, se muestran el volumen de empleados de cada estamento como un ratio de la población total, y no de la población activa que eran los ratios que cité previamente. La otra diferencia es que se excluyen los empleados de US Postal, el Correos americano, que son 584.000 empleados. Aquí podemos ver de nuevo lo que comentaba antes. El peso de los empleados federales se ha ido reduciendo, el peso de lo estatales ha estado plano mucho tiempo y ha tenido una reducción en la última década, y el peso de los locales aumentó muchísimo hasta 2010 y ahora parece haberse estabilizado.
Ahora, mis opiniones basadas en estos datos. El gobierno federal es el cuerpo de funcionarios más eficiente de Estados Unidos, y su eficacia ha ido aumentando durante los últimos 40 años. No es lo que escucharás de los políticos de tu estado, cuando los que gobiernan son del partido contrario. Pero se puede observar que la tendencia ha sido la misma con independencia del partido en el gobierno. Otra opinión: las mayores ineficiencias están en las corporaciones locales, y el problema se agravó considerablemente en los últimos 60 años. Pues resulta que la participación en las elecciones de los votantes es la siguiente: presidenciales, en torno al 60% (66,8% en 2020, que fueron elecciones de récord), las midterm, en torno al 40% (50,3% en 2018) y las municipales típicamente menos de un 15%. Por comparar, en España la participación en las generales típicamente ha oscilado entre 70% y 80% y las últimas municipales y autonómicas de 2023 tuvieron una participación de casi el 70%. A los que gestionan ese cuerpo de cerca de 15 millones de funcionarios locales americanos los ha elegido una parte totalmente residual del electorado. La idea de que “Washington” es una burocracia sobredimensionada está en cada esquina de Estados Unidos. La de que sus ayuntamientos son, a veces, un agujero negro tremendo y de que la “supervisión” de los votantes es mínima está mucho menos presente, sin embargo.
Vamos ahora a comparar estos grupos con la división de España, que es a su vez relativamente similar a la de varias naciones europeas. Como se puede observar, aunque el total no es tan diferente sí que hay una gran diferencia en la división de los Estados y los gobiernos locales. El peso del gobierno local de Estados Unidos es casi 4 veces el de los ayuntamientos españoles. Intentaremos entender qué parte de estas diferencias se pueden explicar de forma razonable por la división de competencias, y qué parte indica la presencia de la ineficiencia.
Vamos a centrarnos primero en la comparativa de los States americanos con las autonomías españolas. El próximo cuadro presenta un desglose por funciones del volumen de funcionarios que veíamos en el cuadro anterior para dichas organizaciones públicas. Desglosamos también las funciones de los organismos locales para poder definir las relaciones cruzadas en algunas de las competencias. Los detalles presentados incluyen funcionarios (en millones) y el peso de cada segmento contra el total de la población activa del país. Comentamos función por función.
Sanidad
España tiene cerca de 700.000 personas trabajando en este sector en el ámbito público, lo que representa casi un 3% de la población activa, y un 37% de los trabajadores autonómicos, que son los que tienen esta competencia en España. Hay alguna excepción, como el Samur en la ciudad de Madrid, pero casi toda la estructura pública está en las comunidades autónomas. Esto se compara con un 1.75 millones de empleados públicos o un 1% de la población activa si combinamos la estructura sanitaria local y de los estados americanos.
Uno podría pensar que el sistema americano es más eficiente en este apartado, a la vista de estos números, pero nada más lejos de la realidad. El sistema español es eminentemente público y descansa en la inestimable labor que realizar estas 700.000 personas. Sin embargo, el sistema americano es fundamentalmente privado, y ese 1.75 millones de empleados cubren una parte muy pequeña del sistema de salud del país. En concreto, y aquí doy números aproximados, hay 21,7 millones de personas trabajando en Salud en Estados Unidos, el mayor sector de su economía, representando un 17,8% del PIB. Es decir, los trabajadores públicos suponen, apenas, un 8% del sistema del país. Como dicen los americanos: “peanuts”. Por otra parte, en España hay 2 millones de personas trabajando en Salud. Aquí se incluye todo: empleados de las farmacias, dentistas, fisioterapeutas, ópticos, empleados de farmacéuticas, conductores de ambulancias, y, por supuesto, los trabajadores de hospitales y centros de salud privados. Por eso el peso de los médicos y enfermeras de los hospitales públicos no es todavía mayor. Aun así, cubren el 35% del total del empleo. Y ya no es solo una cuestión de cuantos son, sino de cuanto trabajo realizan. Por ejemplo, más del 82% de las camas de hospital están en el segmento público, y el 79% de los ingresos hospitalarios se atienden en dicho sistema. En Estados Unidos es justo al revés. Los hospitales públicos solo cubren un 14% de las hospitalizaciones del país.
La conclusión es clara. En el capítulo Salud España gana por goleada en eficiencia cuando comparamos los recursos que se dedican y el trabajo que realizan para el país. Si hacemos la misma cuenta con euros el resultado saldría todavía más escandalosamente a favor de España. Todo esto resultará conocido para cualquiera que haya echado un vistazo a los artículos que tenemos en el segmento Salud.
Educación no universitaria
En Estados Unidos se suelen referir a esta categoría como K-12 o preK-12. K es abreviatura de Kindergarten, es decir, preescolar. 12 se refiere al grado 12, que es el último año de instituto que se cursa con 17-18 años, antes de ir a la educación superior. En España esta es una competencia de las autonomías que tienen 670.000 personas trabajando en la función, o un 2,8% de la población activa. En Estados Unidos casi toda esta función reside en el segmento local. Muchas veces en los condados, aunque algunos distritos escolares se organizan a nivel de ayuntamiento. En otras ocasiones se crean divisiones territoriales propias para el distrito escolar, que agrupan varios municipios, pero sin coincidir con las fronteras de un condado. Sea como fuere estamos hablando de 7,8 millones de profesores, auxiliares y administrativos, o un 4,7% de la población activa.
A diferencia de la salud, donde había una realidad muy diferenciada, en este segmento de la educación la mayor parte del sistema de ambos países es público. En Estados Unidos habría un total de 8,4 millones de personas trabajando en este segmento, por lo que los trabajadores públicos representarían un 94%. Por otro lado, en España tendríamos en torno a 1 millón (810.000 de ellos serían docentes). Esto es un 67% de la educación. Hay que tener en cuenta que en torno a un 30% de la educación en España es concertada, es decir, se financia con recursos públicos pero es de gestión privada, y sus profesores no se computan normalmente junto con los profesores de la pública. Si ecualizamos ambos números sería como comparar un 3,9% de la población activa, en el caso español, con un 4,6% en el caso americano. Es decir, serían cifras muy similares, aunque España muestra una tasa de eficiencia por trabajador ligeramente mejor.
Mi conclusión y opinión es que la tasa de eficiencia es positiva, y similar en ambos casos. También aquí se pueden ver más detalles en el artículo correspondiente sobre la eficacia del sistema educativo americano.
Universidad
En España hay 186.000 empleados en las universidades públicas, o un 0,8% de la población activa. Esto se compara con unos 3,3 millones en Estados Unidos, o el 1,9% de la población activa de aquel país. La mayoría (cerca del 80%) están en los estados. El resto se lo repartan los condados, que tienen muchos Community College, algo parecido a la FP, y las ciudades que tienen algunas instituciones también, como la Universidad de la Ciudad de Nueva York.
¿Y cuál es el peso del sector público en el total de la educación universitaria? Unos 4,7 millones de personas trabajan en EE.UU. en total en este segmento, así que la universidad pública cubre el 70% del total. En el caso de España hablamos de unos 250.000, por lo que las universidades autonómicas cubren el 74% de los trabajadores. Es decir, ambos países cubren una parte significativa y similar de la educación superior. Pero España lo hace con menos de la mitad del personal, con respecto al total de su población activa.
Podemos concluir que España es mucho más eficiente en lo que se refiere al esfuerzo público en universidades. Y, ni siquiera, podemos utilizar ratios de estudiantes por profesor para explicar el delta si comprobamos las últimas cifras. En España hay 10,6 alumnos por profesor según datos de 2024, tras una mejora muy importante en este ratio en los últimos años. En la universidad pública de Estados Unidos andan por los 14 estudiantes por profesor en la pública y 10 en la privada.
Consideraciones globales para States y Local
Si realizamos una ecualización totalmente no científica para poder comparar las autonomías españolas con los States americanos descontando las diferencias de competencias más importantes, sería como decir que las autonomías españolas emplean a un 2,5% de la población activa mientras que los estados americanos emplean un 3,2%. Las autonomías españolas serían ligeramente más eficientes, aunque similares. Como hemos visto los números totales reales son bastante diferentes, pero solo porque las autonomías españolas desarrollan competencias significativas, especialmente en el sector salud, que en Estados Unidos se cubren en el sector privado.
Por último, si comparamos las administraciones locales de ambos países, excluyendo educación y salud, que en España no se cubren la administración local, estaríamos hablando de un 2,4% de la población activa en el caso de España y un 2,7% en el caso de Estados Unidos. También son similares, pero, como veremos después, tenemos otras diferencias de competencias. La mayor parte de las labores policiales de Estados Unidos se realizan por la administración local. Hablamos aquí de, tanto el Sheriff de cada condado, y su correspondiente organización, como de las policías locales, que, creo que tienen más atribuciones que la policía local en España. Hay un delta (de un 0,48% de la población activa) en organizaciones policiales a nivel federal/nacional entre ambos países. Si lo ecualizamos en los números locales sería como comparar un 2,88% de la población activa para España, con un 2,7% para Estados Unidos. Es decir, los números son casi idénticos.
Federal
Hablemos, por último, de la administración federal de Estados Unidos y su comparación con la estructura del Estado en España. Recordamos primero los titulares. Vemos un 2,2% de la población activa como funcionarios del Estado Español, comparado con un 1,7% de la americana. Inicialmente parecería que la administración americana es más eficiente y, además, ya vimos antes que su eficacia ha ido en aumento en las últimas décadas. De entrada, podríamos hacer la misma ecualización que hicimos con la administración local a respecto de las organizaciones policiales, pero a la inversa. Esto nos daría un 2,18% para Estados Unidos a comparar con un 2,2% en el caso español. Cifras idénticas. En la siguiente tabla vemos el desglose del número de empleados de los principales departamentos federales.
Como se puede observar, aquí se incluyen las Fuerzas Armadas que totalizarían 1,6 millones o el 0,94% de la población activa americana. Esto se compara con 122.000 efectivos en el caso español, o un 0,50% de la población activa. Pero los números americanos incluirían Ejército, Marina, Fuerzas Aéreas, Departamento de Defensa y VA (Veteran Affairs). La VA no es parte de las Fuerzas Armadas propiamente, sino que se dedican a dar una labor de apoyo a los veteranos, por ejemplo, con programas de asistencia, de salud mental, de formación y ayuda en la búsqueda de empleo, etc. España no tiene una función como esa, y recaería, en todo caso, en el SNS. Si descontamos este grupo, tendríamos un 0,50% de la población activa en el caso español contra un 0,58% en el caso americano. Pero las Fuerzas Armadas americanas controlan prácticamente los 5 continentes y todos los océanos. Y el ejército español… pues no. La verdad es que es impresionante la capacidad que tienen los americanos de controlar militarmente el mundo con tan pocas personas. Lógicamente se apoyan en tecnología y medios punta, en los que invierten muchísimo, pero, aun así. Si tuviera que votar diría que en este apartado los americanos ganan por goleada en cuanto a eficacia, aunque realmente dediquen un ratio ligeramente mayor de personas que las FFAA de España.
Otra de las categorías importantes a nivel federal y del Estado Español son los agentes de la ley. Entre Policía Nacional y Guardia Civil hablamos de 154.000 empleados públicos en España, o un 0,64% de la población activa. En el caso americano, el Departamento de Interior (Homeland Security), que incluye funciones como inmigración, control de fronteras, seguridad en los aeropuertos, aduanas, o guardacostas, entre otros, y que en España cubre fundamentalmente la Guardia Civil, incluiría unos 270.000 empleados públicos, que se corresponden con un 0,16% de la población activa. No se incluyen aquí los 38.000 miembros del FBI que dependen del Departamento de Justicia. Pero es que esto ya casi no entra ni en el segundo decimal de la población activa. Por tanto, aquí tendríamos un delta importante, pero que realmente se explica por la diferencia en el reparto de competencias, como vimos en apartados previos.
Entre Seguridad Social y Agencia Tributaria (AEAT) me salen unos 54.000 empleados en España o un 0,22% de la población activa. En la actualidad (2025) estos dos grupos están en ministerios diferentes, pero históricamente han estado en el Ministerio de Hacienda y Seguridad Social y conformaban los dos grupos más numerosos de dicho ministerio. En Estados Unidos ambas funciones caen en el Departamento del Tesoro que tiene un total de 131.000 empleados o un 0,08% de la población activa. Impresionante el nivel de eficiencia de los americanos en estas funciones. Parecen muy superiores a la eficacia de los organismos equivalentes en España.
Todas las demás funciones combinadas representarían 200.000 empleados o un 0,83% de la población activa en España, y 871.000 o un 0,51%, en el caso americano. En vista de todos estos datos mi opinión es que ambos países tienen estructuras en este nivel de un tamaño relativo similar, ambos países son razonablemente eficientes en dicho nivel, al menos para lo que se puede esperar de organismos públicos en general, y Estados Unidos supera a España en la cantidad y relevancia del trabajo que consigue ejecutar con dichos grupos de empleados.
Estados Unidos y España vs otros países del mundo
No es sencillo encontrar datos que se puedan calibrar fácilmente en los que comparar muchos países para estadísticas como el sector público. En este artículo de Wikipedia intentaron hacer justamente esto, utilizando datos de la OCDE. Según esto el peso del sector público en España y Estados Unidos sería muy similar (un 17,9% contra un 17,6%, respectivamente). España tendría niveles similares, aunque algo más bajos que muchos de sus socios europeos. Los países nórdicos estarían por encima del 30%, Francia en el 28%, Reino Unido en el 21%, Italia en el 18% y Alemania en el 15,3%. La media de la OCDE se situaría en 21,3%. Por todo ello creo que realizar una comparación detallada entre España y Estados Unidos tiene mucho sentido y es muy válida; eso sí, con todas las puntualizaciones que hemos realizado en los apartados anteriores.
Como aclaración explicaré que los números del párrafo previo son de 2013, mientras que el resto de números que he compartido en este artículo que son de los últimos años (2021-2024). Además, las definiciones de lo que se considera empleado público son las que aplica la OCDE, que pueden variar ligeramente de las de los países. Por eso el número es un pelín más alto que el resto de datos que hemos visto. El propósito de esta referencia es poder situar a ambos países en el contexto internacional.
Resumen
Unas ideas generales para cerrar. Tanto el sistema funcionarial americano como el español están en el grupo de los países eficientes del mundo desarrollado. Sus niveles de empleo relativo son muy similares. La mayor diferencia que hay entre ambos está en el sector salud, que en España es eminentemente público y en Estados Unidos es esencialmente privado. Si eliminamos esta función de los números España tendría un 9,3% de la población activa en empleos públicos y Estados Unidos un 12,1%. Es decir, España sería un 30% más eficiente. Dicho esto, las comparaciones son poco justas cuando si hacen sin contextualización, y cuando hay tantas diferencias en el reparto competencial, realmente hay que ir a ver apartado por apartado. Ya he dicho que, en mi opinión, Estados Unidos hace un mejor trabajo en Defensa, al menos en lo que respecta al trabajo que consigue hacer con el grupo humano que tiene. Si analizáramos ese capítulo con los dólares de gasto militar, la idea podría ser diferente. También me parece que los americanos ganan a los españoles en eficacia en capítulos como Hacienda y Seguridad Social.
Sin embargo, los ratios de eficiencia de los españoles serían superiores en el capítulo de universidades públicas. Otra cosa totalmente diferente es la calidad de la enseñanza en dichas universidades. Esto lo he contado en otro artículo, y el resumen del mismo sería que en Estados Unidos las universidades tienen un rango de calidades amplísimo que va de lo sublime a lo horrible, mientras que en Europa las universidades públicas tienen un rango de calidades mucho más parejo e intermedio. Donde no hay duda ni discusión posible es que España estaría haciendo un trabajo mucho, muchísimo, más eficiente en el segmento de la salud pública.
Por último, os doy mi opinión en cuanto a mi experiencia personal haciendo “papeleos” con ambas burocracias. En general, si pudiera escoger dónde hacer un trámite, preferiría lidiar con los americanos. Quizás no fuese cierto en todas las funciones (como hemos visto, hay muchas diferencias), pero sí en la mayoría. Mi sensación es que el funcionario americano considera al ciudadano como su cliente; una persona a la que hay que atender. La vocación de la excelencia en el servicio está ampliamente enraizada en la sociedad americana. Uno de los lemas de este país es: El cliente es el Rey. Sin bien las cosas no llegan a ese punto en la administración pública, creo que siempre algo les queda en el subconsciente. Los funcionarios americanos serán pragmáticos, pero no se van a saltar las reglas por ayudarte. En eso serán como los funcionarios de cualquier otro país. La diferencia que veo es que sí un proceso no está funcionando bien, algún mando intermedio, alguien, va a llegar y va a aplicar cambios operativos para que la atención al público vuelva a funcionar de una forma más o menos razonable. En España veo muchos menos cambios en la forma de operar de la mayoría de las administraciones. Si las leyes se van haciendo más complejas, el volumen de ciudadanos aumenta, y los medios públicos están más o menos congelados, o eras capaz de evolucionar y modernizar tu operativa o la calidad de tu atención se va a ir degradando poco a poco.
Expatriados en la administración americana
¿Podría un expatriado trabajar en la administración americana? La respuesta es que sí. Sin embargo, la mayoría de los puestos a nivel federal requieren tener la ciudadanía americana. A nivel state y local hay una mayor flexibilidad y hay muchos puestos que se pueden cubrir con personas que tengan la Green Card (Residencia Permanente). No todos, sin embargo. En general los puestos de agentes de la ley, como los State Troopers, son cubiertos solamente por ciudadanos americanos. Incluso en esto, la regla no sería unánime. Colorado, Vermont y West Virginia podrían aceptar a no ciudadanos en puestos de Law Enforcement. Respecto de los plazos de contratación, suelen ser claramente más largos que los del sector privado. Sin embargo, hablamos como mucho de meses. Compara esto con las personas que se tiran en España 15 años haciendo oposiciones y puntos con cargos interinos. Estados Unidos es, realmente, otro mundo.
Existen numerosos recursos para poder encontrar estos trabajos. La web usajobs.gov permite buscar trabajos de todo tipo en el gobierno federal. Es una herramienta moderna en la que se puede filtrar por localización, por distancia con respecto a esa localización, por tipo de trabajo, departamento, palabras clave, etc. A fecha de junio de 2025 veo cerca de 9.000 cargos diferentes, que podrían indicar un número todavía mayor de vacantes en esta página. Incluso en tiempos del DOGE el gobierno federal tiene necesidades sin cubrir. Algunos de estos trabajos son remotos, con lo que los podrías ejercer desde cualquier lugar. Los estados suelen tener herramientas online similares a la que acabo de describir. Por ejemplo, el estado de California tiene sus vacantes publicadas en la web calcareers.ca.gov. En este momento veo allí unos 3200 puestos, la mayoría repartidos por los distintos condados de dicho estado. Y unos 150 puestos se podrían ejercer desde cualquier lugar de Estados Unidos. Para que os hagáis una idea, la primera de estas vacantes que veo es para un Especialista Administrativo para el State Compensation Insurance Fund, que sería un trabajo permanente a tiempo completo, en remoto y que pagaría un salario de entre $6430 y $8049. No está mal para un empleo público. California es un estado caro, pero, de nuevo, este empleo no te obliga a residir en él. Los condados y ayuntamientos también publican sus vacantes en internet. Algunos de ellos tienen páginas web específicas más o menos elaboradas. Pero, todos, o casi todos, las cuelgan también en webs de búsqueda de trabajo. En un país con pleno empleo también a las administraciones públicas les cuesta encontrar buenos candidatos en muchas ocasiones, así que cuanto más ampliamente se distribuyan sus referencias más opciones tendrán de conseguirlos. Por ejemplo, puedes ir a governmentjobs.com y buscar allí trabajos en el Condado de Orange en California, donde en este momento veo 92 vacantes. También es habitual encontrar los puestos publicados en webs de búsqueda de empleo generalistas, como indeed.com. Sea cual fuere el nivel administrativo que te pudiera interesar, el tipo de cargo o la localización, Estados Unidos ofrece muchísimas oportunidades en el sector público.