Expatriados recién llegados
Antes de entrar en el asunto de fondo, voy a tratar la situación inicial en la que se puede ver el expatriado nada más llegar a Estados Unidos. Como hemos comentado, hay muchas cosas que es imposible hacer sin un Credit Score. Por ejemplo, cuando vayas a pedir una tarjeta de crédito, en la mayoría de los casos te la van a denegar. Y el caso es que el vehículo más importante para establecer un historial de crédito es, justamente, el uso de las tarjetas de crédito. ¿Cómo resolver esta pescadilla que se muerde la cola?
Aclaremos primero que, una vez llevas en Estados Unidos unos 6 meses con algún tipo de actividad económica (número de la Seguridad Social y cuentas corrientes), deberían publicar tu primer Credit Score. Uno de los lugares donde puedes comprobar tu score de forma gratuita es AnnualCreditReport.com. En esos meses iniciales ten especial cuidado en pagar tus facturas a tiempo. Y ojo porque cuando te das de alta de los diferentes recibos y estás estableciendo la configuración del débito automático, o cualquier otro sistema de pago, podría haber errores y podrías verte en la situación de pagar tarde una factura sin pretenderlo.
La solicitud del número de la Seguridad Social (SSN) es uno de los primeros trámites que debe hacer el expatriado. He cubierto toda esta cuestión en el artículo de Primeros Pasos. Pero si el tipo de visado o proceso de inmigración que has utilizado no te permitiese tener un SSN entonces deberías solicitar al IRS un ITIN (Individual Taxpayer Identification Number). Incluso si en tu caso tampoco puedes conseguir un ITIN podría haber algunos bancos que puedan utilizar como identificación una copia de tu pasaporte. Pero no va a ser trivial encontrarlos. Casi lo mejor que puedes hacer es hablar con gente de la comunidad hispana de la zona en la que vives. Algunas sucursales y algunas Credit Union desarrollan capacidades y soluciones especialmente orientadas a esta comunidad y podrías encontrar alguna alternativa para poder abrir cuentas con ellos.
Si no quieres esperar los 6 meses que comentaba y quieres intentar conseguir una tarjeta de crédito desde el primer momento hay algunos caminos que podrían ayudarte:
Secured Credit Card: Este tipo de tarjeta funciona como otra cualquiera con la salvedad de que tienes que hacer un depósito previo contra dicha tarjeta. Por ejemplo, depositas 200$ de entrada y te dan una tarjeta con 200$ de límite. En algunos casos podrían darte un límite algo mayor de la cantidad que hayas depositado. Dado que el riesgo que corre el banco es mucho menor, es mucho más factible conseguir la aprobación de este tipo de producto cuando acabas de llegar.
Alternative Credit cards: Algunos bancos podrían darte incluso una unsecured credit card (es decir, una tarjeta normal), aunque no tengas Credit Score, si cumples algunos requisitos. Este enlace NerdWallet proporciona algunos consejos y ejemplos de tarjetas de este tipo.
Usuario Autorizado: Otra opción sería que otra persona que ya tenga tarjeta de crédito americana, por ejemplo, un amigo o familiar, te incluya como usuario autorizado de dicha tarjeta. La entidad va a imprimir una copia adicional del plástico con tu nombre y con el mismo número de tarjeta. La responsabilidad financiera de la deuda queda en última instancia con el usuario principal, así que probablemente solo una persona de confianza va a estar abierta a ayudarte de esta forma.
Historial de Crédito Internacional: Por lo general, el historial crediticio que hayas construido en tu país natal no será reconocido en EE. UU. Pero algunas empresas están buscando caminos alternativos para esta limitación. Por ejemplo, en 2019 AmEx se asoció con Nova Credit, una startup internacional de informes crediticios, para lanzar un servicio que puede traducir informes crediticios internacionales elegibles de países calificados en informes crediticios equivalentes para Estados Unidos. Actualmente, la función se limita a informes crediticios de agencias de crédito calificadas en Australia, Canadá, India, México, Reino Unido, Brasil, República Dominicana, Kenia, Nigeria, Filipinas, Corea del Sur, España y Suiza.
Utilizar una tarjeta de tu país de origen: Aunque esto es una opción, yo solo la consideraría de forma temporal. Es muy posible que tengas que pagar comisiones importantes, y que no te ayude a construir historial de crédito en EE. UU.
Trabaja con un banco internacional: Esto fue lo que yo hice con ayuda de mi empresa. Incluso antes de llegar a Estados Unidos por primera vez, ya tenía mi tarjeta de crédito americana con un límite relativamente alto en mis manos en Europa. En este caso el banco (HSBC) tenía un convenio con mi empresa. En ese momento yo no tenía, lógicamente, ni siquiera un SSN. En este artículo de NerdWallet comentaban que Citigroup tiene cuentas especiales de este tipo para clientes que se están mudando a Estados Unidos desde otro país.
Esperamos que los consejos anteriores ayuden al expatriado a conseguir su primera tarjeta americana. Pero ahora que la tenemos, ¿cómo deberíamos utilizarla? Aunque las reglas de sentido común son iguales a las de España u otros lugares, a la hora de implementar un uso inteligente de la tarjeta de crédito en Estados Unidos vas a ver que se requiere una sofisticación mayor de la que estamos acostumbrados en otros países. Lógicamente queremos pagar el 100% del balance de la tarjeta de crédito cada mes y queremos hacerlo siempre a tiempo, en el día correcto, para no pagar jamás intereses. Pero esto no es tan sencillo como pensaba antes de venir a USA por los motivos que describo en los próximos apartados.
1. La configuración de pago por defecto es… ningún pago
En España cuando pides una tarjeta de crédito al banco y comienzas a usarla, lo habitual es que el banco te cargue el 100% del balance al final de los 30 días de forma automática. Es decir, sin hacer nada la configuración de pagos es tal que aprovechas al máximo los 30 días libres de intereses, pero al mismo tiempo no llegas a excederlos, ni llegas a pagar nunca ni un céntimo de intereses. Para incurrir en el pago de intereses tendrías que pedir al banco el pago fraccionado de lo que debes. Requeriría de una acción específica por tu parte. Llevo ya más de una década fuera de España y es posible que en la actualidad no todos los bancos españoles sigan respetando esta fórmula. Pero seguimos teniendo cuentas en dos bancos nacionales y la operación sigue siendo como describo.
Pues bien, en Estados Unidos, la configuración por defecto es la de no pagar un céntimo. Salvo que entres a propósito en el banco a configurar la gestión de los pagos, pasará un año entero y no habrás pagado nada de lo que debes y tendrás una deuda acumulada importante. Y puede que, durante ese periodo inicial, no lo notes, porque muchas tarjetas te dan un 0% de interés durante un tiempo, que podría ser un año, o a veces algo más. Entonces termina ese periodo y al día siguiente, zas, te empiezan a crujir a intereses.
2. Muchas veces no tienes la opción de automatizar el pago de todo el balance
Para pagar la deuda de la tarjeta de crédito lo que vas a hacer realmente es una transferencia de tu cuenta corriente hacia la tarjeta en cuestión. Así es, en esencia, cómo funciona. Muy diferente de las opciones por defecto en otros muchos países. Puedes entrar cada semana, cada día o con la frecuencia que quieras, a realizar esas transferencias puntuales, pero lógicamente esto es una pésima idea. ¿Qué sucede si este mes te has ido de vacaciones? ¿O si has estado super liado en el trabajo? ¿O si simplemente se te olvida? Pues que de repente te ves pagando un 23% de interés sobre lo que compraste el mes pasado. Y, peor todavía, las empresas de las tarjetas de crédito te obligan al pago de una cantidad mínima cada mes. Si no pagas al menos el mínimo, además de los intereses te van a cobrar multa (tarifas de pago tardío) y puede que, incluso, te bloqueen la tarjeta.
Esto se evita configurando unas transferencias periódicas de tu cuenta corriente a la tarjeta de crédito. Pero, ¿qué cantidad transfieres? Yo tengo configurada una transferencia semanal que cubre algo menos de lo que suelo pagar con cada tarjeta de media. Adicionalmente, entro en el banco una vez al mes y hago alguna transferencia puntual si es necesario. Si en el mes en particular he gastado menos de lo habitual, no hago transferencia, pero si me he excedido transfiero lo necesario. De esta forma la antigüedad media de mi deuda es de una semana y media y nunca llego a pagar interés. Y si me olvido un mes probablemente no haya ninguna consecuencia; y si la hay va a ser mínima porque las transferencias automáticas me cubren de casi todo.
Menudo rollo. ¿Y por qué no configurar una sola transferencia automática al mes que pague el 100% del balance? De esta forma pagas exactamente lo que tienes que pagar, ni más ni menos, tienes 0 riesgo de pagar intereses y aprovechas al máximo los 30 días de financiación gratis. Esta es justo la opción por defecto habitual en muchos bancos de otros países. Pues aquí viene otra de las diferencias clave. En Estados Unidos, muchos bancos NO tienen esta opción. ¿Casualidad? ¿Descuido? No lo creo. A mí me parece estoy muy intencionado. En este caso, muy malintencionado. No es el caso de todos los bancos. Tengo tarjetas con los dos mayores bancos del país y uno ofrece esta opción y el otro no.
Ahora que hemos visto que la gestión de los pagos puede ser mucho más engorrosa en Estados Unidos, os doy otro dato. Solo el 20% de los clientes americanos tienen configurado algún tipo de pago automático. El 61% pagan la factura de la tarjeta online, pero con pagos puntuales no automatizados. Y, entre un 7% y un 9% de los usuarios siguen pagando las facturas de la tarjeta… ¡en papel! ¿Qué quiere decir esto? Pues que la compañía les envía una vez al mes una carta por correo físico, y estas personas responden a dicha carta con otra carta física dentro de la cual adjuntan un cheque firmado con la cantidad correspondiente. ¡Alucinante! Lo raro es que la deuda de las tarjetas de crédito no sea todavía más alta.
3. Los límites son muchísimo más altos
Hemos visto que las configuraciones de los pagos pueden ser más engorrosas en Estados Unidos. Pues bien, el nivel de riesgo de la situación aumenta porque los límites de crédito que te otorgan son ridículamente altos. En la actualidad la media de este límite es de 26.000$ por cliente. Puedes comparar esto con la cifra del salario medio en Estados Unidos que es de 59.384$. Es decir, podrías tener fácilmente un límite en las tarjetas de casi la mitad de tus ingresos brutos anuales. Los bancos te aumentan el límite de crédito todo el rato, y siempre sin preguntarte. De hecho, se considera como algo muy positivo que los bancos hacen por sus clientes. Y, en parte, lo es. Hemos hablado en otros artículos de la importancia que tiene para todo el Credit Score en este país y lo diferente que resulta a otros lugares. Pues una de los parámetros que influye en este marcador es el ratio entre lo que has pedido prestado y el total de crédito que tienes concedido. Es decir, con la misma deuda de crédito, tu credit score es mayor cuanto mayor es tu límite de crédito sin utilizar. Pero el peligro de todo esto es obvio. Si tienes un límite de crédito altísimo, necesitas tener una buena disciplina financiera para no excederte en tus gastos y sobrepasar lo que realmente puedes permitirte.
4. Acabas teniendo más tarjetas
Ya hemos comentado que los americanos tienen 3 tarjetas por cabeza en media (por comparar, en España hay 41 millones de tarjetas de crédito o unas 1,2 tarjetas por cabeza). Pues el número real por persona en USA es, incluso, más alto porque para ese cálculo consideré todos los americanos mayores de 22 años y lo cierto es que algunas personas obtienen su primera tarjeta de crédito algo más tarde. También se da la circunstancia de algunas parejas en las que solo uno de los cónyuges tiene tarjeta de crédito. Y, por último, hay personas que, o bien deciden no tener tarjeta, o quieren tenerla, pero no se la conceden porque su crédito es realmente terrible, tienen procedimientos abiertos de quiebra personal, problemas con inmigración o cualquier otra circunstancia.
El caso es que muchísimas cadenas y locales tienen sus propias tarjetas de crédito, y todas intentan colártelas por todos los medios posibles. Uno de los motivos es que las compañías de tarjetas cobran unas tarifas bastante elevadas a los comerciantes. Así que el comercio está interesado en cualquier esquema que les permita aliviar dicha situación, y la comercialización de su propia tarjeta, con o sin el apoyo de un banco o de las corporaciones de tarjetas, es una forma de conseguirlo. Pero, ¿qué hay del otro lado de la ecuación? ¿Por qué querrían los clientes acumular en su cartera un montón de tarjetas, en lugar de tener solo una o dos, con el engorro de gestión que esto supone? La respuesta es simple: por las recompensas.
Recompensas
Este es el apartado más largo del artículo. Del asunto de las recompensas se podrían escribir varias enciclopedias. Así que intentaré cubrir solo los aspectos más importantes y dar algunas ideas al expatriado de cómo aprovechar esta oportunidad sin volverse loco. En España la comisión media que los bancos cobran a los comercios por el pago con tarjetas de crédito es del 0,36%; fuerte caída para alegría de los comercios, porque hace 20 años era de un 1,59%. En este sentido fue fundamental que en septiembre de 2014 entró en vigor el Real Decreto-ley 8/2014, que traspuso al ordenamiento jurídico español la Directiva 2011/7/UE sobre morosidad en las operaciones comerciales y la Directiva 2007/64/CE sobre servicios de pago. Antes de esta ley, las comisiones oscilaban de forma regular entre el 1% y el 3%. Pero esta ley introdujo unos límites muchísimo más bajos. Esto benefició a los comerciantes, pero hizo desaparecer de España el concepto de las recompensas. Por ejemplo, hace años existía la tarjeta Santander 123 que te devolvía un 1% en hipermercados, 2% en grandes almacenes y 3% en gasolineras. Creo recordar que Banesto había lanzado algo parecido unos años antes. En fin, de esto hace más de 10 años, pero es posible que el lector recuerde algún otro ejemplo.
El esquema es simple. El banco le mete un rejón en comisiones al comercio, y utiliza una parte de ese dinero para proporcionar al cliente recompensas económicas atractivas, y atraer así a más clientes. Pero si la ley acaba con las comisiones, los bancos ya no tienen como financiar estas recompensas. Que conste que no estoy defendiendo uno u otro modelo. Veo pros y contras en los dos. Solo estoy intentando explicarlos. En Estados Unidos, sin embargo, no son de aplicación las directivas europeas. Así que en este país se siguen cobrando tasas como las que se veían en España hace años, oscilando entre el 1,5% y el 3,5%. De hecho, la media es de un 2,24%. Como de costumbre la que más cobra a los comercios es American Express, en torno a un 1% más que las otras tarjetas.
Estos ingresos han permitido a las compañías financiar unas campañas de beneficios muy potentes. En 2022 se entregaron a los clientes recompensas por valor de 34b$. Como siempre, yo me voy haciendo mis ratios para contextualizar las cifras. Como recordarás del artículo previo, el monto total de pagos en 2022 fue de 3,2t$. Por tanto, las recompensas se quedaron cerca del 1,1% de los pagos, es decir, en torno a la mitad de lo que los bancos pudieron cobrar a los comercios.
Pero estas son medias. El cliente que se maneje bien puede conseguir unas recompensas incluso mayores. Y aquí te puedes complicar la vida todo lo que quieras. Hay gente que se dedica a esto… profesionalmente. Por ejemplo, el Points Guy te explica como maximizar el retorno de algunos de estos programas para convertirlos después en millas para viajes gratis, o en otros regalos o premios económicos. Curioso el artículo que el New York Times publicó acerca de esta persona hace un par de años: El Hombre que Convirtió los Puntos de las Tarjetas de Crédito en un Imperio. Parece ser que en la actualidad tiene más de 100 empleados en su empresa que proporciona consejos de cómo hackear los programas de recompensas de las compañías.
Te voy a dar ahora algunos consejos de cómo gestionar el tema de las recompensas sin complicarse a ese nivel. El objetivo es superar en lo que se pueda el 1,1% de media que comentábamos hace un momento. Pero al mismo tiempo hacerlo con el menor número de tarjetas posibles, y con una gestión lo más sencilla posible.
a) Amazon Prime
En Estados Unidos hay 167 millones de miembros con una cuenta Amazon Prime. De hecho, el 77% de los hogares americanos tienen una de estas cuentas. Por tanto, voy a dar como casi seguro el hecho de que el expatriado llegue a tener una de estas cuentas. El caso es que un porcentaje grande de las compras en Estados Unidos se realizan online. Los centros comerciales están desapareciendo en muchos lugares. Y dentro del mundo online, el gran gigante es Amazon. Así que no es raro que el expatriado acabe gastando, incluso, algunos miles de dólares cada año en Amazon. Business Insider trazaba un perfil del cliente más típico diciendo que es una mujer de la generación X, que gana 60,000$ y gasta 2.662$ al año en este servicio.
Pero lo que mucha gente desconoce son las ventajas que ofrece una cuenta Prime. Una de ellas es la Amazon Prime Visa. Esta tarjeta de crédito te devuelve el 5% de todo lo que compres en Amazon y en Whole Foods. También te devuelve un 2% en gasolineras, restaurantes y algunos otros lugares, y un 1% en todos los demás. Mi recomendación es:
Pide la tarjeta (en ocasiones te dan una recompensa de 100$ en Amazon Cards como bienvenida).
Introduce el número de la tarjeta en tu cuenta de Amazon, de forma que, por defecto, todo lo que compres en el portal se cargue a dicha tarjeta.
Crea una cuenta en el Chase (banco que gestiona la tarjeta para Amazon) y configura el pago mensual automático de todo el balance. Este banco sí que te permite esta opción; al menos, con esta tarjeta.
Mete la tarjeta en un cajón… y olvídate de ella.
De esta forma ganas el 5%, tienes 0 esfuerzo de gestión de la tarjeta y, realmente, no te estás complicando con una tarjeta más en tu cartera.
b) Estudia las opciones que te ofrece tu banco en detalle
Todos los bancos ofrecen una gama de productos de crédito, e intentan ser competitivos. Busca tarjetas que no cobren tarifas anuales. Algunas de las que sí cobran estas tarifas pueden compensar, pero complican todavía más la ecuación. Así que yo las ignoro. De las demás puedes escoger típicamente dos o tres tarjetas. Ni más ni menos. Una de ellas que te ofrezca recompensas ilimitadas, con el ratio más alto posible. Otra que no cobre comisiones en el extranjero. Y, potencialmente, una tercera que ofrezca ratios más altos, aunque tenga algunos límites o sus beneficios se apliquen solo a ciertas categorías. De estas tres opciones, recomendaría hacer lo posible por quedarse solo con dos en la cartera en cada momento.
Para ilustrar lo que estoy comentando voy a repasar las ofertas principales de tarjetas de crédito que ofrece Bank of America. Es uno de los dos mayores bancos del país, y me centro en este, porque conozco sus programas al ser cliente. Pero otros bancos tendrán una oferta similar.
En la actualidad veo nada menos que 22 tarjetas diferentes disponibles en este banco. Las cuatro principales son: Unlimited Cash Rewards, Travel Rewards, Customized Cash Rewards y Premium Rewards. Las demás suelen tener alguna limitación específica, como por ejemplo varias de ellas son para estudiantes, o se ofrecen en convenio con alguna empresa de viajes (aerolíneas, cruceros, etc) u ofrecen intereses más bajos, ya que están pensadas para revolving accounts (que ya hemos visto que no nos interesa). De estas cuatro, la Premium Rewards cobra 95$ de tarifa anual y, a cambio, te da unas recompensas mayores, en teoría. Siguiendo nuestra filosofía, ignoramos esa tarjeta, y nos centramos en las otras tres.
Las recompensas que voy a explicar para cada tarjeta pueden tener una mejora sobre lo que se ofrece por defecto, si el cliente subscribe el programa del banco de Preferred Rewards. Básicamente los clientes que tienen cuentas u otros productos con el banco pueden solicitarlo sin coste y mejora tus beneficios en función de cuánto dinero tengas en el banco. Así las recompensas de las tarjetas de crédito podrían mejorarse en un 25%, 50% o hasta un 75%. Para llegar a ese nivel máximo basta con 100k$ y puedes tenerlos invertidos en un fondo de inversión o pensiones; no tienen que estar muertos de risa en una cuenta corriente.
Travel Rewards es una tarjeta muy atractiva para los expatriados. Te devuelven el 1,5% de todas tus compras en todos los lugares de forma ilimitada a través de un sistema de puntos. El sistema es simple de usar y jamás he tenido ningún problema para convertir todos los puntos en el 1,5% de dólares. Solo requiere entrar en el sistema de vez en cuando. Una vez cada tres meses es una buena frecuencia, pero puedes hacerlo una vez al año, si prefieres. Como explicábamos antes, este 1,5% se incrementa si tienes el Preferred Rewards y puede llegar al 2,625% (si tienes 100k$ invertidos en el banco o en Merril Lynch). 2,625% está muy muy bien, sobre todo porque es ilimitado. Por cómo funciona la vida en Estados Unidos, asume que TODO lo vas a pagar con tarjeta. Si acumulas 15.000$ de gastos en el año, estas recompensas serían casi 400$.
Pero lo que hace esta tarjeta tan atractiva para los expatriados es que cuando pagues con ella fuera de Estados Unidos te van a cobrar 0 de comisiones en todos los lugares y además te va a aplicar un cambio dólar/euro (o la moneda que sea) muy beneficioso, lo que elimina cualquiera de las preocupaciones típicas asociadas a los pagos internacionales.
La tarjeta de Unlimited Cash Rewards es un producto bastante nuevo que BoA lanzó hace pocos meses (2024). Ofrece también un retorno del 1,5% (hasta 2,62% con Preferred Rewards). Es algo más cómoda de usar porque no hay puntos, sino que te cargan en la cuenta de forma automática la recompensa en dólares todos los meses. Pero, no ofrece las ventajas en viajes internacionales de la Travel, ya que cobra un foreign transaction fee del 3%. Ya que el sistema de puntos de la Travel es sencillo y flexible, el expatriado podría optar solo por esa tarjeta y olvidarse de la Unlimited. Pero si el expatriado encontrase el sistema de puntos engorroso podría pedir las dos, utilizar la Unlimited en EE. UU. (y dejar la Travel en el cajón), e intercambiar las dos tarjetas cada vez que salgas del país.
Por último, tenemos la Customized Cash Rewards. Esta tarjeta te ofrece un 3% en la categoría de gasto que tu escojas (Viajes, Gasolineras, Restaurantes, Farmacias, Proyectos del Hogar tipo Leroy Merlin y Compras Online). También te da un 2% en Supermercados y un 1% en los demás lugares. Estos porcentajes podrían aumentar hasta alcanzar 5,25%, 3,5% y 1,75%, respectivamente, con Preferred Rewards. Ahora comenzamos a ver la complicación. ¿Qué es mejor, una tarjeta como la Unlimited o una como esta? Pues depende. Si el gasto en la categoría escogida más los supermercados, supera al gasto en los otros lugares, la recompensa promedio de los tres números podría superar el 2,62%. Pero eso depende del perfil de gasto de cada uno y, además, varía de mes a mes.
¿Qué es lo que hacía mucha gente? Pedir las dos tarjetas. Utilizar la Customized exclusivamente en los supermercados y en la categoría escogida, como las gasolineras, y la Travel en todas las demás. Salvo que estuvieras fuera de USA. En ese caso, siempre la Travel. Simplemente había que acordarse de escoger la tarjeta adecuada en cada lugar. Muchos otros bancos tienen propuestas similares. Pero tanto Bank of America, como otros bancos han comenzado a colocar límites a las ofertas especiales por categoría. En el caso de la Customized Rewards ese límite es de 2.500$ de gasto cada trimestre. Por debajo de esa cantidad te dan las recompensas que describíamos con antelación. Pero una vez excedes ese límite, pasas a recibir solamente un 1%.
Los límites hacen más engorroso todavía la utilización de este tipo de tarjetas, pero hay fórmulas para manejarse. Por ejemplo, si tu gasto en supermercados más gasolineras está en torno a 2.500$ pues optas por esa opción y listo. Pero es posible que después de las subidas de precios llegues a esa cantidad en menos tiempo. Digamos 2 meses. Entonces tienes que acordarte de pagar con esa tarjeta en el super y en la gasolinera en enero y febrero, y dejar de hacerlo en marzo. Volver a hacerlo en abril y mayo, y volver a parar en junio. Otra opción que utiliza alguna gente es escoger una categoría de gasto puntual como son los viajes. Si haces viajes largos, bien a España o bien a cualquier otro lugar, escoges el segmento travel, y compras los billetes de avión, hoteles o los coches de alquiler con la tarjeta Customized. Vas añadiendo servicios hasta que te acercas a los 2.500$. Después dejas la tarjeta en un cajón y no la vuelves a usar hasta el trimestre siguiente.
¿Y vale la pena toda esta complicación? Pues echemos un par de cuentas para verlo. Pensemos en una familia que gasta 20.000$ al año en total en sus tarjetas, de los que 5.000$ son servicios de viajes. Si pagan todo con la Travel (y suponiendo que tienen el incremento de bonificación del Preferred Rewards) recibirían 525$. Pero si utilizan las dos tarjetas y pagan los viajes con la Customized, entonces recibirían 393$ en la Travel y 262$ en la Customized, para un total de 655$; es decir, 130$ más. Si crees que por esa cantidad de dinero cada año vale la pena el esfuerzo adicional, adelante. Si crees que no, pues pides solo la tarjeta Travel (o la Unlimited) y listo.
c) Compara con otras opciones del mercado
He descrito en cierto detalle el programa de tarjetas del Bank of America, que es el segundo mayor del país. Esto ya os puede dar una buena idea de cómo funcionan otros programas. Vamos a dar ahora unas pinceladas del programa de Chase, el mayor banco de Estados Unidos. En total tienen 39 tarjetas para uso personal. Al igual que las de BoA muchas están asociadas a empresas como aerolíneas, hoteles, Disney o Amazon. Pero al igual que BoA tienen 4 tarjetas de uso personal no asociadas a otras empresas que son consideradas como las principales (featured). De esas cuatro tarjetas, dos no tienen comisión anual: Chase Freedom Unlimited y Chase Freedom Flex. En la Unlimited te devuelven un 1,5% en todas las compras, excepto supermercados y farmacias donde te devuelven un 3%. Así de entrada parecería similar a la Unlimited de Bank of America, pero un poco mejor. Sin embargo, hay que recordar las mejoras que BoA tiene para sus clientes Preferred Rewards.
En cuanto a la Chase Freedom Flex te proporciona un 5% de recompensas en una categoría bonus, 3% en farmacias y restaurantes, y un 1% en el resto de lugares. Sin embargo, dos puntualizaciones importantes. La primera es que la categoría bonus tiene un cap de 1.500$ al trimestre. La segunda es que esta categoría bonus no la escoges tú, como en el caso de la Customized del Bank of America, sino que te la van cambiando ellos cada trimestre. Por ejemplo, en Q1 de 2024 fue Spas, Gimnasios y Supermercados (excluidos Walmart y Target). En Q2 es Amazon, Hoteles y Restaurantes. En este momento (abril 2024) no se sabe que escogerán para Q3. Esta tarjeta ganó en 2024 el premio de NerdWallet a la mejor dentro de la categoría de Bonus Cash Back. Y aunque para algunos clientes esto podría ser verdad, para los clientes Preferred Rewards del Bank of America, en mi opinión, esta tarjeta es inferior a la Customized Cash Rewards, como el lector habrá podido apreciar. Añadir por último que tanto la Flex como la Freedom Unlimited cobran un 3% de tarifa de transacciones extranjeras.
Una tarjeta de Chase que no tiene este tipo de comisiones en el extranjero es la que tienen en convenio con la aerolínea United: Chase United Explorer. Esta tarjeta fue escogida por NerdWallet como la mejor de 2024 en cuanto a programas con aerolíneas. Las recompensas de esta tarjeta las recibes en forma de millas con United, aunque las puedes canjear. La tarjeta te da un montón de ventajas con la aerolínea del tipo embarque prioritario, facturación de equipaje gratuita o créditos extra en compras que hagas con la aerolínea. Si vuelas con cierta regularidad y lo haces siempre, o casi siempre, con United, puede ser una opción a considerar. Una cosa que no me gusta de esta tarjeta es que, aunque la tarifa anual es 0 el primer año, pasa a ser 95$ al año a partir del segundo.
Por dar una visión más amplia, incluyo aquí la lista completa de las tarjetas premiadas por NerdWallet en 2024:
Mejor Tarjeta de Crédito para Cash Back sencillo: Wells Fargo Active Cash® Card
Mejor Tarjeta de Crédito parar Bonus Cash Back: Chase Freedom Flex℠
Mejor Tarjeta de Crédito de uso general para viajes: Chase Sapphire Preferred® Card
Mejor Tarjeta de Crédito Premium para viajes: Chase Sapphire Reserve®
Mejor Tarjeta de Crédito para viajes sin comisión anual: Bilt World Elite Mastercard® Credit Card
Mejor Tarjeta de Crédito para aerolíneas: United℠ Explorer Card
Mejor Tarjeta de Crédito para hoteles: World of Hyatt Credit Card
Mejor Tarjeta de Crédito para Estudiantes Universitarios: Discover it® Student Chrome
Mejor Tarjeta de Crédito para Contruir Historial de Crédito: Discover it® Secured Credit Card
Mejor Tarjeta de Crédito para Pequeños Negocios: The American Express Blue Business Cash™ Card.
Mejor Tarjeta de Crédito para Restaurantes: U.S. Bank Altitude® Go Visa Signature® Card
Mejor Tarjeta de Crédito para Supermercados: Blue Cash Preferred® Card from American Express
Mejor Tarjeta de Crédito para Ocio: Capital One SavorOne Cash Rewards Credit Card
Mejor Tarjeta de Crédito para Gasolineras: Citi Custom Cash® Card
Mejor Tarjeta de Crédito para Transferencias de Balances: Citi Simplicity® Card
Mejor Tarjeta de Crédito para Compras con APR del 0%: U.S. Bank Cash+® Visa Signature® Card
Si miramos las dos primeras de la lista, he hablado de la Chase Freedom Flex en cierto detalle, pero quizás podríamos comentar brevemente la tarjeta de Wells Fargo Active Cash. Efectivamente esta tarjeta de recompensas ilimitadas es bastante atractiva. No tiene tarifa anual, te dan un APR de 0% durante 15 meses y, aunque te aplican una comisión por compras en el extranjero del 3%, las recompensas son del 2% en todos los lugares y sin límite. En este sentido es mejor que el 1,5% que te da la Unlimited Cash del Bank of America, pero peor que el 2,62% que podrías recibir si eres Preferred Rewards.
La verdad es que después de esta pequeña investigación del mercado actual, cosa que no hacía desde hace algunos años, me quedo bastante contento con la elección que he hecho para mí. No me cabe duda de que con el enorme mare magnum de ofertas y opciones, podría haber alguna posibilidad mejor. Pero para alguien que busca un balance entre lo que recibo y el esfuerzo de investigación y de ejecución en el uso de las tarjetas, como es mi caso, creo que salgo bastante bien parado.
Resumen
The Motley Fool daba 5 consejos a la hora de usar las tarjetas de crédito en Estados Unidos de forma inteligente:
Nunca lleves saldo pendiente en tus tarjetas de crédito. Es decir, paga el saldo completo todos los meses.
Paga siempre tu factura a tiempo. Es decir, en el día exacto del vencimiento mensual o antes. Nunca después.
No utilices más del 30% de tu crédito disponible. Debido a que te van a dar un límite muy alto, exceder un 30% puede colocarte en situación de riesgo. Pero incluso aunque no sea así, exceder esos niveles podría dañar tu Credit Score. Si en algún momento tienes que hacer una gran compra que te ponga por encima de ese nivel, haz una transferencia puntual e inmediata contra la tarjeta de crédito para pagar esa compra y mantener el balance en un nivel contenido.
Evita cerrar tarjetas de crédito antiguas. De esto no he hablado, pero cerrar tarjetas puede dañar temporalmente tu Credit Score. Dicho esto, si tienes demasiadas tarjetas y no las tienes controladas, en mi opinión, no sigas este consejo. Cierra las que ya no uses, poco a poco, y simplifica tu gestión. Tener un descontrol en tus tarjetas es más peligroso que un impacto puntual a tu Credit Score.
Maximiza tus recompensas usando una tarjeta que coincida con sus gastos.
A estos consejos añado los siguientes. Aquí estoy reiterando y resumiendo lo comentado en los apartados anteriores:
Configura pagos automáticos semanales contra tus tarjetas de crédito, según lo explicado anteriormente. Hazlo en la web o la app del móvil, y echa un vistazo al estado de tus balances al menos una vez al mes. Si el banco te permite automatizar el pago de todo el balance, entonces hazlo y te podrás desentender. Solo tendrías que preocuparte de que en tu cuenta corriente haya siempre dinero suficiente para cubrir el pago mensual automático del balance.
Si compras online, solicita la tarjeta de Amazon, introduce el número en tu cuenta para que sea el medio de pago por defecto en el portal, configura el pago automático del balance de forma mensual en Chase, métela en un cajón y olvídate de ella.
Escoge una tarjeta sin comisiones en el extranjero, como la Travel Rewards de BoA o la United Explorer de Chase. Es la que usarás cada vez que visites tu país de origen u otro cualquiera.
Escoge una tarjeta de recompensas ilimitadas, como la Wells Fargo Active Cash, la Chase Freedom Unlimited, o la Travel o la Unlimited del Bank of America. Esta va a ser tu tarjeta por defecto. De estas cuatro la Travel es la única con la ventaja de poder hacerte esta función y la del punto anterior a la vez.
Considera la posibilidad de tener una tarjeta adicional con recompensas mejoradas, pero con algún tipo de cap, del estilo de la Customized del BoA o la Chase Freedom Flex. La idea sería utilizar esta tarjeta solo en los comercios del segmento objetivo y sólo mientras no alcances el cap. Puedes descargar el informe de tus tarjetas del año pasado en el banco para ver lo que gastaste en cada categoría para ayudarte a decidir qué tendría más sentido. Esto también te permitiría calcular aproximadamente cuantos dólares adicionales conseguirías al año con esta estrategia, lo que a su vez te ayudará a responder a la pregunta de si vale la pena el esfuerzo adicional.
Y eso es todo. Unas pocas configuraciones de cuentas online, la tarjeta de Amazon y, posiblemente, dos tarjetas más, y a disfrutar de cientos de dólares de recompensas todos los años, 0 dólares de intereses y 0 dólares de comisiones, en todos los lugares y en todos los países.
Disclaimer
Aunque la información que doy en estos artículos de tarjetas de crédito es correcta hasta dónde puedo ver a fecha de abril de 2024, los bancos están haciendo cambios en sus productos de crédito todo el rato. A veces estos cambios son pequeños, y a veces no. Creo que lo que se explica aquí te puede dar una buena idea de las estrategias a seguir. Pero si quieres escoger una tarjeta de crédito específica para tu caso, deberías mirarte las condiciones exactas en el momento que estés estudiando el asunto. Para ello algunos enlaces en este artículo pueden ser de utilidad. Por último, aclaro que, aunque se proporcionan muchos datos, también he aportado bastantes opiniones personales. Y ya sabes que lo que se dice de las opiniones: cada uno tiene la suya.