Introducción
La educación superior en los Estados Unidos es una etapa final opcional del aprendizaje formal después de la educación secundaria, a menudo en una de las 4.495 universidades y colleges del país. Contrasta este dato con el de las 82 universidades que hay en España. En comparación con los sistemas de educación superior de otros países, la educación postsecundaria en los Estados Unidos está desregulada en gran medida, lo que brinda a los estudiantes una apabullante variedad de opciones, y puede dejar bastante confundido al expatriado. La educación postsecundaria se divide en universidad, como primer título terciario, y escuela de posgrado. La educación superior incluye universidades públicas de investigación, colleges privados de artes liberales, universidades históricamente negras, colleges comunitarios, universidades con fines de lucro y otros muchos tipos de instituciones.
Como comentábamos en nuestro artículo introductorio, algunos estudios apuntan a que el 85% de los trabajos actuales y el 90% de los nuevos requieren algún tipo de educación superior. Aunque muchos americanos buscan esta formación, estadísticamente la población está por detrás de lo que el mercado laboral podría necesitar. Según la oficina del Censo de Estados Unidos, el 61,2% de la población ha cursado algún tipo de educación superior y casi el 35% ha completado una licenciatura. Respecto a la calidad de esta educación, según un informe de 2016 publicado por U.S. News & World Report, de las diez mejores universidades del mundo, ocho son estadounidenses. Sin embargo, hay una gran disparidad en la calidad universitaria, como veremos después. En total hay 20 millones de estudiantes universitarios en EE.UU. (2022), solo ligeramente por debajo del máximo histórico de 21 millones. Casi el 74% asisten a universidades y colleges públicos. El máximo histórico de este ratio se alcanzó en 1975, con un 79%.
El coste medio de los estudios universitarios en Estados Unidos (incluida manutención) está en 35.551$ por año y ha aumentado bastante en los últimos años. De estas, las públicas están en 25.707$ por año y las privadas en 54.501$. En el artículo de Educación mencionaba que a la hora de tratar el asunto había que discutir la parte de la universidad de forma totalmente separada. También he mencionado que, después del sistema sanitario, la educación universitaria es el segundo mayor problema económico interno del país. ¿Por qué? La siguiente gráfica, elaborada con datos de la Reserva Federal, puede responder fácilmente a esta pregunta.
En los últimos 15 años la deuda estudiantil para pagar la universidad se ha más que triplicado. Y no es solo una cuestión de la velocidad a la que ha crecido, sino del volumen total. Estamos hablando de una cantidad que supera ampliamente el PIB de España. ¡Demencial! Incluso si lo miramos en términos relativos al PIB de EE.UU., el crecimiento de esta deuda es ridículo. Pasó de ser un 4,07% del PIB americano en 2007 a un 8,27% en 2020. Es decir, más del doble. Lógicamente con estos crecimientos el asunto es insostenible.
College vs Universidad
¿Cómo se traduce la palabra universidad del español al inglés? El expatriado se va a encontrar con dos términos al llegar a Estados Unidos: college y university. Aunque no existe una definición prescrita para estos términos, por la falta de regulación, en general NO son intercambiables. No significan lo mismo. El término college se refiere a uno de estos tres tipos de instituciones de educación superior:
Community College. Ofrecen un amplio rango de formación vocacional (fontanero, electricista, etc), como la FP en España. Pero además ofrecen títulos académicos de dos años, los llamados Associate Degree. Muchos estudiantes completan estos grados para luego transferirse a otra institución para cursar un grado de 4 años.
College de Artes Liberales. También ofrecen títulos universitarios de dos años pero, a diferencia de los Community College, que son más especializados, estos colleges brindan a los estudiantes una educación en una amplia gama de áreas académicas.
Un college dentro de una universidad es esencialmente la institución de grado (undegraduate) de dicha universidad. De esta forma la Universidad de Harvard está compuesta del Harvard College y de 10 Escuelas Universitarias especializadas. El College ofrece los títulos de grado de 4 años, y las escuelas ofrecen los master y doctorados. Por ejemplo, el Harvard Business School ofrece los MBAs y el Harvard Law School imparte el master de Derecho.
Las universidades son, por tanto, organizaciones más amplias y ambiciosas que ofrecen no solo títulos de grado (undergraduate) sino también títulos de postgrado, como masters y doctorados. La otra gran diferencia es que las universidades tienen una componente de investigación muy fuerte dentro de sus objetivos, mientras que los college se centran casi exclusivamente en la educación de sus estudiantes.
Relevancia para la población y disparidades por clase social
Resumimos a continuación el nivel educativo en los Estados Unidos de los mayores de 25 años (2018):
Graduado de la escuela secundaria: 89,8%
Algunos estudios universitarios: 61,20%
Grado asociado (título de 2 años): 45,16%
Licenciatura (título de 4 años): 34,9%
Máster (título de postgrado de 2 años, después de completar una licenciatura): 13,05%
Doctorado: 3,5%
Según un estudio de 2008, el 36% de los estudiantes matriculados se graduaron de la universidad en cuatro años (es decir, a curso por año). El 57% completó sus requisitos de grado en seis años, en la misma universidad en la que se matricularon inicialmente. Estados Unidos ocupa el décimo lugar entre los países industrializados en porcentaje de adultos con títulos universitarios. Durante los últimos 40 años, la brecha en las tasas de graduación de los estudiantes de buen nivel económico y los estudiantes de bajos ingresos se ha ampliado significativamente. El 77% del cuartil más rico de estudiantes obtuvo títulos universitarios a los 24 años en 2013, frente al 40% en 1970. Solo 9% del cuartil menos próspero obtuvo títulos a la misma edad, frente al 6% en 1970.
Calidad del sistema universitario americano
Las grandes universidades de investigación estadounidenses se sitúan entre las instituciones más destacadas y de renombre mundial, según clasificaciones en publicaciones anuales como U.S. News & World Report. Estas clasificaciones se basan en factores como el reconocimiento de la marca, el número de Premios Nobel, la selectividad en las admisiones, la generosidad de las donaciones de los antiguos alumnos y el volumen y la calidad de la investigación de la universidad. Utilizando la posición media entre 4 de estas clasificaciones (QS World University Rankings 2023, ARWU 2021, THE 2022 y U.S. News & World Report 2022) Wikipedia presenta este listado de las 30 mejores universidades del mundo. Como se puede ver 19 de las 30 mejores universidades del mundo son americanas.
1. Harvard University, United States
2. Massachusetts Institute of Technology (MIT), United States
3. Stanford University, United States
4. University of Oxford, United Kingdom
5. University of Cambridge, United Kingdom
6. California Institute of Technology (Caltech), United States
7. University of California, Berkeley (UCB), United States
8. University of Chicago, United States
9. Princeton University, United States
10. Columbia University, United States
11. Yale University, United States
12. University of Pennsylvania, United States
13. University College London (UCL), United Kingdom
14. Johns Hopkins University, United States
15. Imperial College London, United Kingdom
16. ETH Zurich (Swiss Federal Institute of Technology), Switzerland
17. Cornell University, United States
18. Tsinghua University, China
19. University of Toronto, Canada
20. University of California, Los Angeles (UCLA), United States
21. University of Michigan-Ann Arbor, United States
22. Northwestern University, United States
23. University of Edinburgh, United Kingdom
24. Peking University, China
25. New York University (NYU), United States
26. University of Melbourne, Australia
27. University of California, San Diego (UCSD), United States
28. Duke University, United States
29. University of Washington, United States
30. National University of Singapore (NUS), Singapore
¿Quiere esto decir que en Estados Unidos toda la educación universitaria es excepcional? Pues nada más lejos de la realidad. Según un estudio de Bentley MacLeod y Miguel Urquiola, que escriben en el Journal of Economic Perspectives, aunque EE. UU. representa el 40% de las mejores universidades del mundo en el ranking de Shanghái y España ninguna, el 83% de las universidades públicas españolas aparecen en el top 1.000, mientras que solo el 23% de todas las instituciones estadounidenses lo hacen. En el ranking de 1000 universidades de Wikipedia que referenciamos antes aparecen 29 universidades españolas, la mayoría públicas. La mejor clasificada es la Universitat de Barcelona en el puesto 136. Los mejores académicos estadounidenses parecen agruparse en relativamente pocas universidades, mientras que en Europa el talento está más disperso, lo que sugiere que los estudiantes europeos pueden recibir una buena educación en casi cualquier lugar.
Es decir, aunque es cierto que en Estados Unidos están las mejores universidades del mundo (por goleada), el sistema americano tiene un amplísimo rango de opciones y calidades que van de lo sublime a lo horrible, pasando por lo aceptable y lo mediocre. En cambio, en España y Europa tienes un nivel mucho más parejo entre las distintas instituciones y muchas menos opciones para escoger. En resumen, es un sistema mucho más sencillo y balanceado. En este sentido comparar la educación universitaria de Estados Unidos y España es un tanto parecido a comparar el sistema sanitario de ambos países.
Procesos de Admisión
Hay más de 7.000 instituciones postsecundarias en los Estados Unidos que ofrecen una diversa cantidad de programas dirigidos a estudiantes con diferentes aptitudes, habilidades y necesidades educativas. Los requisitos de admisión comunes para acceder a cualquier universidad estadounidense requieren cumplir con:
Cierto umbral de edad.
El expediente de bachillerato. Específicamente, la transcripción de la escuela secundaria que documente las calificaciones, el trabajo del curso y el rigor de las materias básicas de la escuela secundaria. Esta información queda condensada en un ratio llamado GPA (Grade Point Average).
Desempeño en cursos AP (Advanced Placement) e IB (International Baccalaureate). Estos son cursos avanzados que ofrecen algunos institutos y que podrían dar al estudiante créditos universitarios. En algunos casos es posible comenzar la universidad habiendo completado ya el equivalente a un semestre, con el consiguiente ahorro económico y de tiempo.
Clasificación de clase. Es decir, consideran no solamente las notas sino cuál fue la posición en el ranking de la clase de cada estudiante.
Puntuaciones en el ACT o SAT (parecido al Selectivo, denominado ahora EBAU).
Actividades extracurriculares, como deportes o voluntariado.
Un ensayo de admisión.
Cartas de recomendación de maestros y/o consejeros de orientación.
Otros criterios de admisión pueden incluir una entrevista, antecedentes personales, preferencias de legado (miembros de la familia que asistieron a la escuela), capacidad para pagar la matrícula, potencial para donar dinero para el desarrollo escolar, evaluación del carácter del estudiante (basado en ensayos o entrevistas) y discreción general de la oficina de admisiones. Algunos de estos criterios adicionales son más frecuentes en universidades privadas que en las públicas.
Si bien las universidades rara vez hacen público que requieren una determinada puntuación de selectivo, clasificación de clase o GPA para la admisión, cada universidad generalmente tiene un umbral aproximado por debajo del cual la admisión es muy poco probable.
Como se puede ver, el proceso de admisión es mucho más complejo que el que existe en España y en la mayoría de las universidades de Europa, y también menos objetivo. Si el criterio de acceso es un número que se calcula como la media entre el selectivo y las notas del bachillerato, no dejas espacio para la duda o la discusión de si fulanito debería o no acceder antes que menganito. Pero si la admisión se decide según una amalgama de criterios como los proporcionados arriba, las cosas pasan a ser mucho más subjetivas y discutibles.
Dado que las diferencias en la empleabilidad y en el nivel de salario medio pueden ser muy grandes en función del tipo y la calidad de los estudios universitarios (hablamos de diferencias en las medias de más del 250%), el asunto de los criterios de admisión universitaria es uno de los más polémicos a nivel social. Dentro de este tema el que más ampollas levanta es la cuestión de la discriminación positiva (Positive Affirmation). En resumen, muchas universidades, incluidas las públicas, declaran tener como objetivo una población estudiantil más diversa en cuanto a su raza y etnia. También en cuanto a otros criterios, pero el de raza y etnia es que el más se discute. Sucede que, como provienen de clases sociales de menor nivel económico, los negros (afroamericanos) y los latinos están habitualmente subrepresentados y los blancos están sobre-representandos. Es decir, hay un porcentaje menor de negros y latinos entre los estudiantes, que entre la población general del estado. Así que la universidad declara como objetivo aumentar dichos porcentajes, lo cual solo pueden hacer a costa de reducir el de los blancos. De esta forma un estudiante blanco podría tener menor probabilidad de acceder a una universidad que uno de dichas etnias, aunque sus notas y sus otros méritos fuesen mejores.
Estas reglas han sido demandadas judicialmente y están siendo revisadas por el Tribunal Supremo en el caso de dos universidades: Harvard y UNC. Pero una decisión de dicho tribunal que fuese contraria a los criterios actuales probablemente tendría repercusión en todo el sistema universitario del país. El caso de Harvard es incluso más curioso. Resulta que otro grupo étnico es el de los asiáticos. Los estudiantes de esta raza tienen, en promedio, mejores resultados académicos que los de cualquier otra raza. Por ese motivo suelen estar sobre-representandos en las mejores universidades del país. En el caso de Harvard hablamos de cerca de un 22% de los estudiantes, cuando esta etnia representa solamente en torno al 7% de la población de Estados Unidos. En la demanda contra Harvard se acusó a la universidad de discriminar a los estudiantes de raza asiática al utilizar un estándar subjetivo para medir rasgos como la simpatía, el coraje y la amabilidad, y crear en la práctica un techo para ellos en las admisiones. Los abogados de Harvard dijeron que las políticas de admisión conscientes de la raza son legales, según estableció en el pasado el propio Tribunal Supremo (la última vez en 2016). Pero el actual Tribunal Supremo es diferente al de hace 7 años y podría tomar una resolución distinta cuando resuelva el caso. Algunos estiman que si se juzgase por méritos exclusivamente académicos, el 40% de los estudiantes de Harvard sería asiático.
Licenciatura y Postgrado
El plan de estudios universitario estadounidense varía ampliamente según el programa y la institución. Por lo general, un estudiante de grado podrá seleccionar una "especialización" (major), que comprende las materias básicas principales o especiales, y los estudiantes pueden cambiar su especialidad una o más veces.
Algunos estudiantes, generalmente aquellos con una licenciatura, pueden optar por continuar con la escuela de posgrado o la escuela profesional, que son instituciones generalmente adjuntas a una universidad. Los títulos de posgrado pueden ser títulos de master (p. ej., M.A., MS, MSW), títulos profesionales (p. ej., MBA, J.D., M.D.) o títulos de doctorado (p. ej., PhD). Los programas van desde tiempo completo a vespertino y ejecutivo, lo que permite flexibilidad con los horarios de los estudiantes.
La escuela de posgrado enfocada en la academia generalmente incluye una combinación de cursos e investigación (a menudo requiere que se escriba una tesis o disertación), mientras que las escuelas de posgrado profesionales otorgan un primer título profesional. Estas incluyen escuelas de medicina, derecho, negocios, educación, teología, arte, periodismo, trabajo social, arquitectura e ingeniería.
Vocacional
Los Community College y los Junior College son instituciones públicas integrales que ofrecen una amplia gama de servicios educativos que generalmente tienen una duración de dos años. Los Community College generalmente son financiados con fondos públicos (por ciudades o condados locales) y ofrecen certificaciones profesionales y programas menos extensos. Aunque es más barato en términos de matrícula, menos competitivo para acceder y no tan prestigioso como ir a una universidad de cuatro años, constituyen otra opción postsecundaria para los estudiantes que buscan acceder al ámbito de la educación superior estadounidense.
Los Community College generalmente enfatizan la educación práctica orientada a la carrera que se enfoca en un plan de estudios vocacional. Aunque algunos ofrecen una cantidad limitada de programas de licenciatura acreditados, las universidades comunitarias y secundarias se centran en diplomas universitarios o títulos de asociado (como un A.A., A.S. o un certificado vocacional). Los Community College también ofrecen certificaciones vocacionales para oficios cualificados. Los estudiantes también pueden obtener créditos y luego transferirlos a una universidad de cuatro años. Muchos Community College tienen relaciones con universidades estatales de cuatro años o incluso universidades privadas que permiten estas transferencias, para obtener una licenciatura después de completar un programa de dos años en el Community College.
Ejemplos de diferentes tipos de universidades
Aunque en general, las universidades públicas han sido establecidas y son financiadas por los estados, también algunos condados y ciudades han fundado instituciones de cuatro años. Algunas de estas instituciones, como la Universidad de la Ciudad de Nueva York, aún son administradas por administraciones locales. Otras, como la Universidad de Louisville y la Universidad Estatal de Wichita, ahora funcionan como universidades estatales. Las instituciones de cuatro años pueden ser colleges o universidades públicas o privadas. Las instituciones privadas son financiadas de forma privada y existe una amplia variedad en tamaño, enfoque y operación. Algunas instituciones privadas son grandes universidades de investigación, mientras que otras son pequeñas universidades de artes liberales que se concentran en la educación de grado. Algunas universidades privadas son seculares y no sectarias, mientras que otras tienen afiliaciones religiosas.
Algunos ejemplos de universidades en los Estados Unidos incluyen escuelas de artes liberales (Reed College, Swarthmore College, Barnard College), universidades religiosas y de denominación (Universidad DePaul, Brigham Young University, Yeshiva University), militares (United States Military Academy, United States Merchant Marine Academy, United States Naval Academy), escuelas de arte y diseño (Berklee College of Music, Juilliard School, Fashion Institute of Technology, Parsons School of Design, Rhode Island School of Design), colleges y universidades históricamente negros (Morehouse College, Howard University, Kentucky State University) y universidades con fines de lucro (University of Phoenix, Western International University, Liberty University).
Coste de la Educación Superior
Asistir a la universidad en Estados Unidos es caro; mucho más caro que en España y la mayoría de los países europeos. A la hora de evaluar los costes hay que tener en cuenta varias categorías. En concreto voy a agrupar los costes en tres apartados. Por un lado, están, lógicamente, los costes de la matrícula y otras tarifas similares. Tenemos a continuación los costes de alquiler o habitación, y de la alimentación. Por último, tenemos el apartado de los costes de transporte y otros costes como libros y material escolar. El nivel de coste varía bastante dependiendo del tipo de institución. Los Community College y otras instituciones que ofrecen titulaciones de 2 años suelen ser mucho más baratos. Después tenemos las universidades públicas de 4 años. En esta categoría hay que tener en cuenta que los estudiantes que proceden de otro estado pagan matrículas mucho más altas que los que vivían ya en el estado en el que se ubica la universidad. Esto tiene sentido porque esas universidades se financian con los impuestos estatales y no sería justo que un estudiante cuya familia no lleva años pagando dichos impuestos pudiese acceder con el mismo coste. Por último, tenemos las universidades privadas, la opción más cara. Utilizando esta estructura de costes, y a partir de datos de College Board, presentamos a continuación los costes medios del curso de 2019.
Como se puede observar, el coste por año fluctúa entre poco más de 15.000$ y más de 50.000$ al año. De esta forma, completar una carrera a curso por año en estas instituciones supondría un coste total.
Grado Associate en College de 2 años: 35.860$
Grado de 4 años (Pública, in-state): 103.560$
Grado de 4 años (Pública, out-of-state): 167.800$
Grado de 4 años (Privada): 210.000$
Esto quiere decir que mandar a dos hijos a la universidad podría llegar a costar a una familia una cantidad similar a la de comprarse una casa. Y luego nos quejamos de que las matrículas en España están caras. Las matrículas son, de hecho, el gran factor de diferencia entra las distintas opciones de la tabla. Las universidades públicas cuestan la mitad que las privadas, pero solo las que están en el mismo estado. Si envías a tu hijo a una universidad pública de otro estado, el coste es casi como el de una privada. Esto es porque las universidades públicas cubren una porción importante de su presupuesto con fondos públicos, pero solo para los estudiantes locales. También hay que tener en cuenta que los costes de las matrículas varían mucho entre estados, dependiendo sobre todo de cuál sea el nivel de financiación que aparto dicho estado a este segmento de los servicios públicos. Los costes de manutención y de transporte son más o menos parecidos entre las diferentes categorías y añaden otros 15.000$ al año a los costes de las matrículas. Sin embargo, el coste de la manutención se puede evitar en algunos casos. Es frecuente que lo puedas evitar en los Community College, por ejemplo, porque son instituciones de tu localidad o condado y suelen estar físicamente cerca de tu residencia, con lo que es posible ir del College a casa a diario.
Estos costes disparatados no fueron siempre la realidad de Estados Unidos. Es un fenómeno relativamente reciente, que se ha exacerbado mucho en los últimos 20 años. Esto se puede ver muy claramente en la próxima gráfica que elaboró Business Insider a partir de datos del Censo. La raya azul representa la inflación en el periodo entre 1978 y 2012. Se ha hablado mucho de la burbuja totalmente disparatada que hubo en los precios de la vivienda en Estados Unidos y que alcanzó su pico en 2007 (la crisis de las subprime). Pues bien, dicha explosión del precio de la vivienda esta reflejada en la curva en rojo. Ahora compara todo esto con la evolución de los precios de las matrículas universitarias en la curva marrón. Solamente la sanidad americana muestra una explosión insostenible como esta. ¡Vaya locura!
Financiación
¿Por qué aumentaron tanto estos costes? En el caso de las universidades públicas, el motivo principal ha sido la paulatina contención o, incluso, reducción de las aportaciones de las administraciones al presupuesto universitario. Además, estas reducciones no se produjeron de forma progresiva, sino que se acumulan en ciertos periodos, como se puede ver en la próxima gráfica elaborada a partir de datos de CBPP.org (Center on Budget and Policy Priorities). La gráfica muestra el porcentaje del coste de las universidades públicas que se financia con las matrículas de los estudiantes desde 1988. El ratio de financiación de los estudiantes se mantiene plano o crece muy poco la mayor parte del tiempo. Pero cada vez que hay una crisis económica y los estados ven la recaudación de sus impuestos mermada, van y recortan fuertemente la financiación universitaria, y luego no la recuperan durante la siguiente bonanza.
Estos aumentos de los costes de matrícula públicos facilitan también los incrementos de las matrículas privadas, que se ven en un entorno competitivo más favorable, de forma que todo el sistema se encarece. De hecho, en la última década se observan crecimientos entre el 3 y el 4% anual, moderándose un poco con respecto a lo visto en las dos décadas previas, pero todavía muy por encima de la inflación, como se puede ver en la próxima gráfica con datos de educationdata.org. También hay que tener en cuenta que, aunque la mayoría de las instituciones privadas y, obviamente, las públicas no tienen fines de lucro, un número creciente de universidades en la última década se ha establecido con fines de lucro, lo que también ha ayudado a encarecer el conjunto del sistema.
¿Y cómo pagan todo esto las familias? Pues ese es el tema. En muchos casos, no lo pagan. El 15% de las familias no proporciona ningún tipo de ayuda económica a sus hijos para ir a la universidad. Y los que les ayudan, normalmente solo cubren una parte menor del coste. De hecho, el 52% de las familias declara no haber ahorrado nada para ayudar a sus hijos a pagar la universidad. Si consideramos todos los casos (los de las familias que ayudan poco, nada o mucho a sus hijos) y hacemos un promedio de los costes anuales tenemos los resultados de la gráfica siguiente, según un informe de Sallie Mae que es una de las principales empresas de créditos de estudiante. El informe incluye también resultados del curso del 2020 y el 2021. Pero me he quedado con los datos de 2019, porque hubo unas fluctuaciones en los dos últimos cursos que quizás sean puntuales y debidas a la pandemia, y por tanto menos indicativas de lo que sucederá en el futuro. En cualquier caso, en el enlace se puede ver todo el informe. Según dichas variaciones recientes, los ingresos de los estudiantes se redujeron mucho, y el coste extra lo cubrieron las familias. Los estudiantes que compaginan un trabajo con sus estudios suelen trabajar en la hostelería, que es el segmento que más sufrió durante la pandemia, pero que ahora ya ha recuperado la mayor parte de su negocio.
Vemos también los mismos resultados según sus porcentajes. Como se puede observar los padres cubrieron el 40% del coste (30% con sus ingresos, y un 10% con créditos), los estudiantes un 27% y las becas un 31%.
Si tenemos en cuenta estos niveles de costes, y la proporción importante de los mismos que se financia con créditos, no es de extrañar que los americanos hayan acumulado 1,7 billones de dólares de deuda de estudiante. Más de 40 millones de personas tienen deuda universitaria, que en gran parte es propiedad del gobierno de los EE. UU. y es atendida por empresas privadas con fines de lucro como Navient, a la que algunos consideran como una empresa realmente malvada. De hecho, en 2022 Navient acordó con el gobierno americano el pago de multas por valor de 1.850 millones de dólares por confundir a los deudores para que se suscribiesen a costosos planes de devolución de dicha deuda con términos y condiciones abusivos. La deuda de los préstamos estudiantiles ha alcanzado niveles que han afectado a la sociedad estadounidense, reduciendo las oportunidades de millones de personas después de la universidad.
Becas
El mundo de las becas es extraordinariamente complejo. Algunas instituciones benéficas cubren toda la matrícula de los estudiantes. Pero la mayoría de las becas (tanto basadas en el mérito como en la necesidad) solo cubren una parte y están ampliamente disponibles. Hay tantos caminos diferentes para llegar a una beca que existen servicios específicos que te ayudan a navegar por el proceso. De hecho, aunque el grueso de las becas lo proporcionan las propias universidades, en 2016 hubo unos 6.000 millones de $ en becas no-federales adicionales a los de dichas instituciones académicas. Un artículo reciente de US News daba una docena de consejos para conseguir una beca universitaria:
Utiliza un servicio de búsqueda de becas gratuito, como collegescholarships.org.
Echa un vistazo a las organizaciones locales y sin fines de lucro.
Solicita información a las universidades acerca de las becas institucionales.
Obtén una beca por mérito. Son particulares de cada escuela y se suelen basar en criterios objetivos como GPA o SAT.
Solicita becas basadas en carreras. Por ejemplo hay becas específicas que animan a los estudiantes a buscar el camino de STEM (Ciencia/Tecnología/Ingeniería/Matemáticas), dada la importancia estratégica de este segmento para el futuro del país.
Aprovecha las becas de los empleadores. Algunas empresas ofrecen becas a los estudiantes universitarios, muchas veces con el objetivo de poder reclutarles o retenerles en su plantilla.
Intenta obtener una beca deportiva. Es el sueño de muchas familias con pocos recursos. Si tu hijo es un crack en un deporte, el que sea, tiene el tema de la universidad solucionado. Los buenos deportistas no solo tienen becas muy generosas, que cubren todos sus gastos, sino que se les dan todo tipo de facilidades y flexibilidad para compatibilizar su deporte (y por tanto los eventos donde representan a la universidad) y sus estudios. De todas formas, estas becas solo cubren entre el 1-2% de los estudiantes. Hay que ser realmente bueno. Por eso el deporte universitario en Estados Unidos es la cantera del deporte profesional.
Utiliza la creatividad y el talento para becas no tradicionales. Por ejemplo, hay una larga serie de becas relacionadas con el arte.
Explora tus pasiones personales. Otros programas se fijan en los individuos que contribuyen mucho en la comunidad, por ejemplo, en programas de voluntariado. Pues bien, estos programas tienen a veces contribuciones económicas para los estudiantes que destacan en este plano.
Apóyate en un mentor. El tema es tan complejo que algunos profesionales ofrecen sus servicios (a menudo cobrando una pasta) por ayudar a tu hijo en todo el proceso de admisión de las universidades y de solicitudes de beca.
Escribe un ensayo premiado. Existen becas de menor cuantía para los que ganen un concurso en función de la calidad de un escrito que les envíes. El caso es que estas becas suelen tener también menor competencia, y mayores posibilidades.
Participa en un sorteo de becas.
Labor académica y adjuntificación
Para mantenerse dentro de presupuesto mientras otros costes crecían, las universidades han contratado profesores adjuntos para completar su claustro. En 2008, estos maestros costaban alrededor de $1.800 por clase de 3 créditos en comparación con los $8.000 por clase de un profesor titular. Dos tercios de los profesores universitarios eran adjuntos. Hay diferencias de opinión sobre si estos adjuntos enseñan mejor o peor que los profesores regulares. Existe la sospecha de que la evaluación de los adjuntos por parte de los estudiantes, junto con su posterior empleo continuo, puede conducir a una inflación de calificaciones.
Esta tendencia ha continuado durante la última década, como se desprende de datos más recientes. En 2017 el 89% de los profesores adjuntos tenían más de un trabajo. A los adjuntos se les pagó un promedio de $2.700 por curso de 3 créditos. Si bien la proporción de estudiantes por docente se mantuvo igual desde 1975, la proporción de administrador por estudiante pasó de 1–84 a 1–68. En 2018, la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios (AAUP) informó que el 73% de todos los puestos docentes fueron ocupados por adjuntos.
Recursos útiles
Existen varios sites en la red que pueden facilitar el proceso de búsqueda de un programa universitario que se ajuste a tus necesidades. Por ejemplo US News, que ya vimos publica uno de los rankings más importantes y referenciados, dispone de diversas herramientas online como:
Otro site que facilita este tipo de información también es niche.com. La herramienta de búsqueda de niche es todavía más potente y te permite filtrar de forma simultánea por muchos criterios (áreas de estudio, coste, requerimientos de admisión, etc). Niche también tiene Calculadora de Admisiones, Buscador de Becas, Buscador de Créditos de Estudiante o Comparador de Universidades, entre otras herramientas.
Retorno de la inversión educativa
Para concluir, intentamos responder a una última pregunta. Si la universidad es tan cara y todo el asunto tan complejo, ¿vale la pena realmente? Para responder a esta cuestión incluyo a continuación los salarios brutos anuales medios de los americanos según su nivel educativo. Creo que los números hablan por sí solos.
No terminó la secundaria: $27,987
Graduado de escuela secundaria: $39,976
Algo de universidad, pero sin un título: $48,555
Título de asociado (2 años): $51,161
Licenciatura (4 años): $80,478
Master: $98,268
Título profesional: $151,348
Doctorado: $141,178
Un último comentario
En este artículo, como en la mayor parte del contenido de este site, hay muchos datos objetivos y muy pocas opiniones. Siendo un site de divulgación, es lógico tomar este perfil. Pero a veces es procedente compartir también algunas opiniones o algunos hechos que sería muy difícil de contrastar con datos objetivos.
La universidad en Estados Unidos es FÁCIL. En líneas generales es bastante más fácil aprobar aquí que en España. Yo he llegado a escuchar a varios americanos que cuando cambiaron del instituto (High School) a la universidad, su percepción fue que el nivel de dificultad… ¡se reducía! No sé cuál ha sido tu experiencia en España. La mía fue que el nivel de dificultad entre el instituto y la universidad se incrementaba un orden de magnitud. Por lo que he escuchado de muchos compañeros que estudiaron un año en diferentes países de Europa (Erasmus), a la hora de aprobar en España teníamos los niveles de dificultad más altos de Europa, solo superados por Italia. Que conste que esta es una experiencia específica del segmento de las ingenierías (yo, en concreto, estudié Teleco). Pero no me sorprendería que fuese similar en otras titulaciones.
Tengo amigos que enseñan en universidades americanas y por ellos me he enterado de muchas cosas. En resumen, cuando un profesor suspende a un porcentaje importante de la clase (digamos, un 40%), la universidad lo tiene superclaro: el problema es el profesor. Y se lo hacen saber inmediatamente. Y, en muchos casos, su empleo peligra si no lo remedian con celeridad. En España, sin embargo, he visto exámenes en los que el 90% de los alumnos suspendía, a pesar de tener un nivel medio muy alto y haber trabajado duro. En mi escuela de ingeniería la nota de corte dice que los estudiantes que accedieron en mi promoción eran muy buenos. Sin embargo, casi el 70% abandonaron la carrera sin terminarla. Acabamos ciento y poco de una promoción de 325. Un dato así sería absolutamente impensable en ninguna facultad de Estados Unidos, pública o privada.
Sin embargo, que nadie piense que la formación en Estados Unidos es inútil. Mi opinión es muy distinta. En muchos aspectos creo que el sistema educativo americano te prepara mejor para la vida que el español. Esto puede ser cierto en la universidad e, incluso, en cursos anteriores. Os doy un ejemplo. Cuando estaba en cuarto de primaria (9-10 años de edad) a mi hija le asignaron un proyecto en clase de presentar un Shark Tank. No sé si conocéis este programa de televisión. Es uno de los mejores que hay en la tele en Estados Unidos y el único reality que merece ser visto. En este programa empresarios que están comenzando, y que están desarrollando un producto o servicio novedoso, presentan su iniciativa ante un tribunal de sharks (inversores americanos ricos, inteligentes, agresivos y elocuentes). Por ejemplo, Mark Cuban, el dueño de los Dallas Mavericks, es uno de ellos. Tienen solo unos minutos para hacer su presentación. Después los sharks les fríen a preguntas. El objetivo del emprendedor: convencer a uno de los sharks para que invierta mucho dinero en su empresa y les ayude a lanzarla al estrellato. Pues lo mismo fue lo que les pidieron a todo el grupo de niños de 10 años. Se organizaron por parejas, se inventaron un nuevo producto, y desarrollaron todo el plan empresarial:
Quiénes son los clientes y por qué van a querer el producto
Cómo voy a producirlo y cuáles van a ser los costes aproximados
Cuál va a ser el precio de venta, y por qué es el precio adecuado
Quiénes son los competidores y cómo neutralizarlos
Quiénes van a ser mis colaboradores y cuál va a ser su función
Tras la presentación, un tribunal de tres profesores bombardeaba a los niños a preguntas sobre su proyecto. ¿Cuántos colegios en España hacen algo como esto?