En este artículo vamos a hablar de las Trump Accounts e intentaremos explicar por qué podrían resultar muy importantes para la familia del expatriado. En el momento en que escribo este artículo (diciembre de 2025) estas cuentas acaban de hacerse conocidas y es muy pronto para hacer predicciones a largo plazo. Y, sin embargo, me voy a tirar a la piscina. Veo un escenario en el que dentro de 50 años se considere este producto como algo extraordinariamente importante y valioso para las familias americanas, especialmente para la mitad de menores ingresos, y su entrada en vigor se convierta en un auténtico hito. Ahora mismo considero que estas cuentas serían el candidato principal a lo mejor que haga esta administración en todo el segundo mandato.
Esta web no trata de política e intento siempre centrarme en los hechos y minimizar mis opiniones. El problema está en el nombre: Cuentas Trump. Sé que hay una polarización tremenda en el país. La mitad de la gente odia a esta administración y la otra mitad adora todo lo que hace. Por ello existe el riesgo de que los que estén en el primer campo decidan dejar de leer en cuanto vean el nombre de las cuentas. Resistid esa tentación y seguid leyendo. En estos tiempos de máxima división partidista de la sociedad americana, estas cuentas tienen apoyo a “ambos lados del pasillo”, así que algo bueno deben de tener. Un reciente artículo del New York Times trataba el asunto (Dar dinero directamente a los niños es una idea que podría encantar tanto a la derecha como a la izquierda).
El camino legal
El 4 de Julio de 2025 entró en vigor la ley OBBB (One Big Beautiful Bill), con la firma del presidente Trump. En esta ley se incluía la creación de un nuevo tipo de cuentas de inversión para menores denominadas Sección 530A (en referencia a la entrada que pasarían a ocupar en el Tax Code, la ley fiscal del país). Por algún motivo, que no consigo entender, prácticamente ningún medio de relevancia, independientemente de su línea editorial, se hizo eco de este elemento hasta que el 2 de diciembre Michael y Susan Dell hicieron pública una donación a estas cuentas de 6,25b$ para los niños del país. En esa misma fecha el departamento del Tesoro y el IRS publicaron la Notice 2025-68 que detallaba los elementos operativos de funcionamiento y un borrador del formulario 4547 que permitirá a las familias abrir estas cuentas para sus hijos con el IRS. Coincidiendo con este anuncio la Casa Blanca comenzó una campaña de difusión utilizando como nombre coloquial para este nuevo producto financiero Trump Accounts, lógicamente más fácil de recordar que cuentas Sección 530A.
En líneas generales se espera que en los próximos meses el proceso funcione de la siguiente forma. Durante la primera mitad del 2026 las familias podrán utilizar el formulario 4547 definitivo para solicitar al IRS la apertura de este tipo de cuentas para cada uno de sus hijos menores. Incluimos en los siguientes apartados los detalles de quiénes serían elegibles, cuáles son los beneficios fiscales y cuáles son las varias fuentes de ingresos que estarían disponibles para las familias. Con estos formularios el IRS y el Departamento del Tesoro procederían a la apertura de estas cuentas, con la colaboración de grandes entidades financieras americanas, aún por determinar. El objetivo sería tener todo listo para que las contribuciones puedan comenzar a partir del 4 de Julio de 2026.
¿Por qué son tan importantes?
Según comentaba el secretario del Tesoro Scott Bessent, “el 10% de las familias americanas de mayores ingresos concentran el 88% de la propiedad del mercado bursátil, el siguiente grupo del 40% de las familias tiene el resto del mercado (12%), y la mitad de familias de menores ingresos tienen deudas en lugar de activos”. Según veo en Wikipedia, esta situación de concentración se ha venido agravando en las últimas décadas. El top 10% por ingresos tenían el 71% del mercado en 2001, el 81% en 2013 y el 84% en 2016. El mundo (incluida España) ha escogido el capitalismo y la economía de mercado como sistema económico. Y en ese mundo Estados Unidos es la mayor máquina de hacer dinero de la historia. Pero esa riqueza creciente se concentra en un porcentaje cada vez menor de la población, mientras que la mitad de la gente queda totalmente excluida y acumulando más y más deudas.
Por otra parte, en el año 2024 el conjunto de asociaciones benéficas y otros filántropos de Estados Unidos donaron la increíble cifra de 592b$. Por poner esta cantidad en perspectiva, equivale a un 34% del tamaño de toda la economía de España. Imaginaos a Cáritas con un presupuesto como ese. En 2024 Cáritas manejó menos de la milésima parte de esta cantidad (486m€). De hecho, las principales organizaciones en España que se dedican a este tipo de actividades acumularon en 2019 menos de 1400m€. Esto vendría a decirnos que las donaciones para organizaciones de caridad serían en EE.UU. en torno a 250 veces mayores que las de España cuando la economía es solo 17 veces mayor (en 2024, 29t$ vs 1,72t$). No quiero decir con esto que los americanos sean 14 veces más generosos que los españoles, como indicarían las matemáticas. La realidad es que los americanos son más ricos, y por tanto les sobra más y tienen mucho más margen para la generosidad. Solo doy estos datos para que se entienda las dimensiones del fenómeno. Estas cifras colosales de las donaciones americanas, además, ha aumentado de forma considerable en los últimos años. En 2016 eran en torno a los 390b$ y desde mediados de los 90 aumentaron de forma espectacular, a un ritmo mucho más rápido que la economía.
Pues bien, si tenemos una gigantesca capacidad de creación de riqueza en el mercado americano, una enorme estructura benéfica con muchísimos fondos y la mitad de la población excluida de todo ese océano de dólares, ¿por qué no unir los tres elementos? Una de las dificultades de estas organizaciones benéficas era que hasta ahora no había un instrumento sencillo para llegar con su ayuda a grandes partes de la población de forma simultánea, especialmente en lo que se refiere a los menores. Estas nuevas cuentas aspiran a convertirse en dicho vehículo.
Se espera que las cuentas ofrezcan a estas entidades una gran granularidad geográfica para que puedan hacer donaciones filtrando por estados, condados, códigos postales (zip codes) o, incluso, a nivel de distritos escolares. Esto permitiría a diferentes organizaciones apoyar con sus esfuerzos a los grupos de población que prefieran. Podrían concentrar su ayuda en estados más pobres, en condados rurales, distritos urbanos especialmente golpeados por la marginalidad, códigos postales que concentran población mayoritariamente de una determinada raza o grupo cultural, distritos escolares con peores resultados educativos, etc.
El primer ejemplo de todo esto lo aportan los Dell con su donación histórica de 6,25b$. Con este dinero se les transferirán 250$ a 25 millones de niños nacidos en los últimos 10 años. El único requisito es que tengan abierta una Trump Account. Según he visto por datos del censo en dicho periodo nacieron unos 36 millones de niños en el país. De esta forma, la donación cubriría en torno al 70% de estos niños. ¿Y a cuáles específicamente? Pues a los que residan en la actualidad en un código postal en los que los ingresos medios por hogar no excedan los 150.000$.
La fuerza más poderosa del universo
Así llamo Einstein al interés compuesto, y es lo que aporta la magia a la ecuación. Uno de los elementos que incluye la ley es una aportación del gobierno federal a estas cuentas de 1000$ para los niños nacidos en los próximos 4 años. ¿Pero cómo una cantidad tan pequeña puede cambiar la estructura de propiedad del mercado del conjunto de la sociedad americana, permitiendo beneficiarse a millones de personas? Pues por el poder del interés compuesto. Con los retornos medios anuales históricos de la bolsa (de entorno al 10%), 1000$ se convierten en casi 600.000$ al alcanzar la edad normal de jubilación de 67 años en Estados Unidos. Si un niño consigue acumular 3.000$ adicionales de otras fuentes, como organizaciones benéficas, empresas o sus familiares, tendría 2,4 millones de dólares para vivir una cómoda jubilación.
Se estima que hay unos 73 millones de menores de edad en el grupo de familias del 50% de ingresos más bajos. Muchos de ellos no tienen ninguna formación financiera. ¿Cómo vamos a conseguir que tanta gente gestione razonablemente estos fondos, para que realmente el dinero crezca según las proyecciones anteriores? Pues la respuesta a esto la encuentro en las condiciones esenciales de esta ley. Os doy un breve resumen:
La ley obliga a que el dinero se invierta en índices principales de las bolsas americanas, en fondos con bajas comisiones. De hecho, Bessent comentó en una reciente entrevista que se utilizaría el S&P 500 como referencia. Los que me conocen por mis trabajos en el ámbito de las finanzas personales saben que siempre he apoyado esta filosofía de inversión. Si queréis saber más de todo esto podéis consultar mi libro Cómo Jubilarse en menos de 15 años.
Una vez se hayan creado las cuentas, los fondos no estarán accesibles para estas personas hasta la edad de 18 años (salvo algún caso extraordinario que se pudiese contemplar en la ley).
Al alcanzar dicha edad, las cuentas se convierten en un Traditional IRA. Esta cuenta es un fondo de pensiones privado convencional. Explicamos su funcionamiento en otro artículo de la sección de Pensiones. El caso es que la persona puede acceder al dinero de dichos fondos, pero tiene que pagar impuesto de la renta al hacerlo y, además, si lo hace antes de los 59 años y medio se paga una penalización adicional del 10%. Esto supone un incentivo muy claro para que la gente no toque los fondos antes de tiempo.
Adicionalmente, Bessent ha comentado que hay planes en el departamento del Tesoro de fomentar una educación financiera básica para esta población. Entre ellos está la idea de revitalizar la FLEC (Financial Literacy and Education Commission) y que dicha organización está revisando en la actualidad la Estrategia Nacional del Conocimiento Financiero. Entre otras ideas la visión incluye que los tenedores de estas cuentas puedan ver en una app en sus teléfonos como su dinero va creciendo, lo que abre a la FLEC un canal para poder presentar pequeñas píldoras de conocimiento financiero para todas estas personas.
El rol de las empresas
Los senadores Cory Booker (demócrata) y Ted Cruz (republicano) enviaron el 1 de diciembre de 2025 una carta a todos los CEO de las 1000 mayores empresas del país (Fortune 1000). En dicha carta explicaban brevemente la formación de estas Trump Accounts, la contribución federal de 1000$, las condiciones fiscales ventajosas de dichas cuentas y urgían a estas empresas a contribuir a las cuentas de los hijos menores de sus empleados. La carta también citaba el 401k como un vehículo histórico y transformador para la sociedad y las empresas, ya que estos fondos también tienen ventajas fiscales similares y las empresas los conocen muy bien. Aunque esta carta supone un llamamiento expreso y directo a las grandes corporaciones, la administración y el legislativo extenderán este mensaje al resto de la clase empresarial.
La tasa de desempleo en EE. UU. se situaba en un 4,4% en septiembre de 2025. Aunque esto supone un leve incremento desde el valle de 3,4% de abril del 2023, el desempleo permanece a niveles muy bajos. En muchas industrias las empresas tienen grandes dificultades para encontrar trabajadores cualificados. Una de las formas de incrementar las posibilidades de captar talento es hacer mejoras en los paquetes de beneficios, especialmente cuando dichas mejoras suponen una novedad. Dadas las cifras de contribución de las que estamos hablando las empresas podrían incluir estas cuentas en sus políticas de Recursos Humanos, con el potencial de generar un gran beneficio para la familia del empleado a un coste muy bajo para la empresa. Aunque no puedo predecir el futuro, me resultaría sorprendente que no hubiese una adopción significativa de este instrumento en el mercado empresarial.
Características principales las cuentas
Beneficiarios: Menores de edad en EE. UU. que no hayan cumplido 18 años al final del año en curso. Sé que los detalles son importantes para el expatriado. Así que clarifico algunas cosas. Según un artículo de Schwab, cualquier menor de 18 años que tenga un número de la Seguridad Social (SSN) puede abrir una de estas cuentas. No es necesario haber nacido en EE. UU. y ni siquiera ser ciudadano. Un hijo menor de un expatriado con determinados visados podría no tener SSN (y en su lugar solamente un ITIN). Pero, por ejemplo, los que alcanzan la residencia (Green Card) sí pueden solicitar un número de la seguridad social para sus hijos. Dicho esto, el tema de inmigración es complejo y hay excepciones.
Fondo inicial del gobierno: El gobierno federal proporciona una contribución única de $1,000 a los menores nacidos entre el 1 de enero de 2025 y el 31 de diciembre de 2028 para impulsar el ahorro. Esta contribución está restringida solo a niños ciudadanos, independientemente de su lugar de nacimiento. En este blog explican los pasos a seguir para los expatriados con ciudadanía americana que no residan en los Estados Unidos que quieran acceder a estos fondos.
Límite de contribución: La contribución anual total de individuos, padres y empleadores generalmente tiene un límite de $5,000 (ajustado a la inflación después de 2027).
Fuentes de contribución:
Individuos: Padres, tutores, familiares y amigos.
Empleadores/empresas: Pueden contribuir hasta $2,500 al año por cuenta
Gobierno/Organizaciones benéficas: Las contribuciones de entidades gubernamentales y organizaciones benéficas calificadas no cuentan para el límite anual de $5,000.
Inversiones: Los fondos deben invertirse en fondos calificados (mutual funds) o fondos cotizados en bolsa (ETF) que repliquen un índice de acciones estadounidenses (como el S&P 500).
Acceso/Conversión: Por lo general, los fondos no pueden retirarse hasta que el menor cumpla 18 años. A partir de entonces, la Cuenta Trump se convierte automáticamente en una IRA tradicional y comienzan a aplicarse sus normas.
Tratamiento fiscal
Personas (padres, etc.). Ingresos generados después de impuestos (No deducible). Se contabiliza para el límite de contribución anual de $5,000.
Empleadores/Empresas. Exento de impuestos para el empleado. No se contabiliza como ingreso gravable. Se contabiliza para el límite anual de $5,000.
Gobierno/Organizaciones benéficas. Exento de impuestos. NO se contabiliza para el límite anual de $5,000.
Impuestos diferidos sobre ganancias/crecimiento. No se pagan impuestos a medida que el dinero crece cada año.
Cuando retiras el dinero aplican las mismas reglas que en un Traditional IRA, con una excepción: las aportaciones iniciales de personas, que se hicieron post-tax, no pagarían impuesto de la renta al retirarlas.
El impacto a largo plazo
A pesar de la generosidad relativa de la Seguridad Social americana, con una pensión máxima en 2026 de 4.152$ al mes, los ingresos de los americanos tienen un nivel que hace muy difícil para un sistema público de pensiones cubrirlos completamente cuando una persona se jubila. El salario medio de un trabajador en USA es de 82,932 US$ vs los 35,757 US$ en España. Por este motivo, la tasa de reposición, que es el porcentaje de tus ingresos que la pensión pública cubre, anda en torno al 40% en el caso americano, mientras que la de España está en el 80%, uno de los sistemas de pensiones más generosos del mundo según este criterio.
Los americanos necesitan fuentes de ingresos complementarias más allá de la Seguridad Social en su jubilación. Así está montado el sistema en este país. Y para muchos trabajadores, con buenos planes de empresa bien financiados como los 401k, esto no es un problema. Pero muchas veces los trabajadores que están en la mitad de menos ingresos no aprovechan la oportunidad de contribuir a estos planes, o a veces no tienen acceso a ellos, y cuando llega la jubilación tienen que enfrentar una reducción masiva de sus ingresos al depender solamente de la Seguridad Social. Además, los retos demográficos (natalidad a la baja y esperanza de vida al alza) auguran que esta situación empeorará en el futuro, con sistemas públicos cada vez con mayores dificultades para financiarse. Esto es cierto en ambos países, pero la situación es mucho más grave en España. Pues, por todo lo explicado, las cuentas Trump pueden suponer una solución casi definitiva a este problema para las nuevas generaciones y para todas las futuras. Si España hubiese hecho algo como esto hace 30 años, habríamos salvado el sistema de jubilación con un coste bajísimo para el país. Ahora, sin embargo, veo un panorama terrible para los españoles que vayan a depender en el futuro de la Seguridad Social de España.